La llegada del "multamóvil" a Vigo marcó un antes y un después en el control de las infracciones de aparcamiento. Las multas se dispararon desde 2005 con la puesta en marcha del primer vision car (PP) y se mantuvieron en niveles muy elevados (por encima de las 50.000 anuales) con la incorporación de un segundo vehículo de control, en 2007 (PSOE). Pero hace más de un año que ninguno de los dos automóviles con cámara patrulla la ciudad. El Concello jubiló el primero en 2013, y el segundo, a finales de 2014. Esta decisión supuso también un espectacular punto de inflexión a la baja en la vigilancia de los estacionamientos ilegales. En 2012, el último ejercicio en el que ambos coches trabajaron a pleno rendimiento, se tramitaron una media de 135 denuncias diarias por mal estacionamiento. En 2015, primer ejercicio en el que ya no operó ninguno, las sanciones se desplomaron hasta solo 50 al día, un 63% menos.
La evolución de una de las infracciones sobre las que la Policía Local está más encima, aparcar en carga y descarga, evidencia el relevante papel que jugaban los "multamóvil" en la ciudad olívica. Con los dos vision car en la calle se dispararon casi 14.000 fotografías en 2012 a vehículos cuyos conductores habían obstaculizado una zona reservada para transportistas. En 2015, último ejercicio completo del que tiene datos la Policía Local y sin ningún "multamóvil", las denuncias por este motivo se redujeron a más de la mitad: 6.274. Pese a esta drástica caída, sigue siendo la infracción más habitual en Vigo y se sitúa solo por debajo de las de exceso de velocidad.
Algo similar ha ocurrido con la "clásica" doble fila, un problema endémico y cuya erradicación fue uno de los objetivos principales que esgrimió el gobierno local cuando puso en marcha el primer "multamóvil". Con ambos coches a pleno rendimiento, las denuncias rondaban las 4.000 anuales o, lo que es lo mismo, más de diez cada día. Ahora no llegan ni a dos al día. En el último se impusieron tan solo 654.
Las aceras se convirtieron también en los últimos años en un "goloso" punto ilegal de estacionamiento. La humanización de cientos de viales creando calles de un solo carril y bordillos más rebajados provocó que multitud de conductores optaran por subirse con su coche sobre ellas al no poder parar en la calzada, lo que bloquearía esas calles de un solo carril. Este cambio, unido a la presencia de los "multamóvil", situó durante años las multas por estacionar en la acera en el segundo puesto tras las de carga y descarga. Solo en 2012 rozaron las 8.000. Ahora muchos conductores continúan subiéndose a ellas, pero el frenazo que ha habido en la vigilancia ha desplomado estas sanciones hasta poco más de 3.400.
Hasta 330 euros
Evidentemente, la concienciación ciudadana, pero también la crisis económica y las elevadas cuantías de las multas también están detrás de esta drástica reducción de multas. Y es que dejar el coche mal aparcado en una zona de carga y descarga, por ejemplo, puede costar al infractor más de 330 euros en el peor de los casos. La cuantía de la multa asciende a 200 (100 si se opta por el pronto pago). Pero además, si la grúa le lleva el coche al depósito de la avenida de Madrid debe sumar otros 133 euros por la tasa municipal.
Curiosamente, el control de la carga y descarga podría recaer de una forma importante sobre los controladores de la "zona azul", donde se encuentran buena parte de estos estacionamientos. Según se recoge en el nuevo pliego de la Xestión de Estacionamento Regulado, el control de las plazas de carga y descarga estará entre sus cometidos. Probablemente será avisando a la Policía Local cuando haya algún coche mal estacionado. Pero en el pliego también se recoge que las máquinas expendedoras de tiques deberán estar preparadas para controlar la carga y descarga, con lo que probablemente los transportistas deberán sacar un tique para vigilar que no están más tiempo de los 15 minutos autorizados.
