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Aumento de los servicios sanitarios

Paliativos del Chuvi atenderá a sus pacientes al salir del hospital

Amplía sus servicios con una consulta externa y prevé crear una línea de atención 24 horas

Profesionales en el control de la unidad de cuidados paliativos, donde conservan del Nicolás Peña un cuadro en el que se recoge su filosofía de trabajo: "Porque tú nos importas". // Marta G. Brea

La concepción más extendida sobre Cuidados Paliativos es que se trata de una unidad a la que los pacientes acuden a morir. No es así. Su finalidad es ofrecer cuidados de confort a estos enfermos, con esperanza de vida corta y sin posibilidad de curación, para estabilizarlos médica o psicosocialmente y, si es posible, que puedan pasar la fase final de su vida fuera del hospital. Para proporcionar tranquilidad a las familias al salir del centro, este área del Chuvi quiere dar continuidad a su asistencia más allá de la hospitalización. Ya ha puesto en marcha una consulta externa y trabaja para crear una línea de atención 24 horas, una vía directa de ingreso sin pasar por urgencias y fórmulas de colaboración con Atención Primaria.

Esta unidad, que nació en octubre de 2005, vive un "momento de reformulación importante" en el que su equipo está repensando sus modalidades asistenciales con el objetivo de ampliarlas. Esta reorganización de la unidad coincide con la entrada de Daniel Portela como responsable médico y de Loli Pampillon como supervisora, al frente de un 19 enfermeras y 16 auxiliares, cada vez más especializadas. Aportan la atención psicosocial la responsable de Trabajo social del Chuvi, Chus Lago, y la psicóloga Irene Esperón. El objetivo que persiguen con esta reorganización es que las familias "no se sientan abandonadas en el momento en el que salgan del hospital, que tengan a dónde recurrir".

El primer paso de este programa de continuidad de cuidados ha sido la creación de una consulta externa en la que el doctor Portela hace un seguimiento del paciente ajusta el tratamiento. Ha empezado a ver uno o dos a la semana. Son pacientes seleccionados a los que se les dice dónde pueden contactar para evitar que tengan que acudir a urgencias. Otro de las medidas en las que trabajan es, precisamente, evitar las esperas en urgencias del Cunqueiro para los pacientes que reingresen en la unidad. Ya tienen avanzado el borrador de una vía directa de hospitalización.

Una de las claves en este programa es la existencia de una enfermera que se encargue de la gestión de los casos 24 horas. Un "controlador aéreo" que reciba las dudas y demandas y coordine la respuesta con el resto del equipo. Esperan disponer de esta línea de atención continua en el plazo de un año.

También plantean la coordinación con los médicos de familia a través de teleconsultas o una vía para que puedan enviar al paciente directamente a la consulta externa.

Todo ello estaría englobado en un programa de atención continuada a los pacientes dados de alta en su unidad, que calculan entre 20 y 30. Para que todos los profesionales que los atiendan sepan que están incluidos en él, proponen la creación de una alerta en la historia clínica. Están muy centrados en pacientes oncológicos, pero no descartan extenderlo a otros.

El número de usuarios de la unidad está experimentando un crecimiento exponencial por el envejecimiento de la población. En el primer cuatrimestre del año ha atendido a 163 ingresos. Son casi 41 al mes, mientras que el año pasado fueron 37; en 2014, 34; y en 2013, 29. Las duración de las estancias varía mucho. De entre tres días a mes y medio. Los reingresos son frecuentes. Dos o tres por paciente. "Lo que es bueno, porque significa que regresan a casa", puntualizan. La ocupación de sus trece camas -desde enero, en la séptima planta del Meixoeiro- suele estar en torno al 80%. Tratan de dejar siempre alguna vacía para emergencia.

Ingresan porque se desestabilizan médicamente, pero también psicosocialmente -por falta de apoyo, por un entorno no favorable...-. El paciente no es el único usuario, también lo son sus familias, a las que se les da apoyo emocional, se les ayuda a organizarse o a resolver "el después", se tratan duelos patológicos...

Es una unidad de hospitalización diferente. La única en la que no hay límite en el número de visitas ni horario. La única en la que los familiares disponen de un espacio en el que cocinar, ducharse, verla tele... Además, con su traslado al Meixoeiro, todas las habitaciones son individuales y la segunda cama puede ser utilizada por un familiar.

También la plantilla que lo atiende es diferente. Es "un grupo muy motivado y el servicio en el que más se funciona como un equipo" destaca el doctor Portela.

La unidad pide que se agilice la concesión de recursos sociales

  • Una de los fallos en la asistencia pública al colectivo de pacientes paliativos es el tiempo de respuesta a las necesidades sociales. Cuando lo necesitan, Trabajo social del Chuvi les gestiona plaza en una residencia o ayuda a domicilio, entre otras cuestiones. Sin embargo, se topa con la lentitud de la ley de dependencia."Me muevo con mucha urgencia, pero no hay respuestas ágiles", lamenta su responsable, Chus Lago. "El sistema publico de servicios sociales debe adaptarse a las necesidades de todos los dependientes y los pacientes paliativos deben tener una consideración especial", defiende.Lago explica que sobre todo necesitan ayuda a domicilio. "Algo barato en comparación con las residencias", resalta. En la mayoría de los casos hacen "encaje de bolillos" para lograr apoyo. Cuentan con la estrecha colaboración de otras entidades sociales, pero entiende que tiene que ser el sistema público el que dé respuestas, más allá de las plazas sociosanitarias del Sergas.

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