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El agua de la ría de Vigo se calentó 6º en diez días

La previsión de vientos del norte hacia el fin de semana podría refrescar la temperatura

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El agua de la ría de Vigo se caldea

Un calentamiento de las aguas solo "anormal" por generarse en un espacio tan corto de tiempo. En apenas diez días, la temperatura en la Ría de Vigo ganó seis grados. De los 16 que marcaba el termómetro a finales de mayo, hasta los 22 de máxima registrados este martes por la boya de Meteogalicia fondeada en las islas Cíes. A esta "elevación brusca" se referían ayer desde el departamento autonómico para resaltar los efectos de un fenómeno oceanográfico conocido como "hundimiento costero" (downwelling)que transporta masas de agua cálidas como el viento del sur que las arrastra hasta la ría. Pero todo indica que esta marea cuasi africana tiene los días contados. Los partes meteorológicos avanzan que hacia el fin de semana soplarán brisas de componente Norte, y de su intensidad dependerá que ese caldo abandone la ría para que sea sustituido por una corriente más fresca y rica en nutrientes.

"La temperatura del agua depende más del régimen de vientos que de la radiación solar", señalan desde Meteogalicia para llamar la atención sobre las "oscilaciones" protagonizadas por este calentamiento a a lo largo de una jornada. Ponen como ejemplo los valores recabados por la boya de Cíes este martes. Pasó de los 19 y pico de la mañana a los 21,8 grados por la tarde. Hasta los técnicos del departamento autonómico llegaron a pensar que el dispositivo sufría algún tipo de avería, lo que descartaron tras comprobar que la estación ubicada en Rande también mostraba fuertes variaciones.

Detrás de estas oscilaciones de temperatura en el mismo día como de esa elevación "brusca" que empujó hasta seis grados los termómetros se encuentra ese potente motor oceanográfico, el downwelling. Empujada por los vientos del sur, una masa procedente de latitudes cálidas como las africanas se adentra en la rías apilándose en la costa. La invade por completo hasta acabar contagiando su temperatura a toda la columna del agua. Pero lo que es bueno para los bañistas más frioleros resulta desastroso para sectores extractivos que viven de la ría como el mejillonero. Se trata de una masa de agua pobre en nutrientes y que por la ausencia de vientos del Norte que la desagüen hacia alta mar se asienta en la ría, así que la capacidad de regeneración natural queda limitada propiciando la aparición de toxinas. En consecuencia, los polígonos de bateas acaban cesando su actividad, como ocurre ahora con todos los de las Rías Baixas.

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Estos episodios de calentamiento son característicos de estas fechas, según los expertos. "Lo realmente extraordinario sería que permaneciese en el tiempo", apuntan desde Meteogalicia. Es lo que ocurrió en septiembre de 2014, cuando se produjo la circunstancia insólita de que por primera vez desde que hay registros la temperatura del agua superó a la del aire a las puertas del otoño.

"Está en la media"

En la misma línea se pronuncia José González, responsable del Observatorio Oceanográfico de Toralla, dependiente de la Estación de Ciencias Marinas de la Universidad. "La temperatura de las aguas de estos días no es anormalmente alta;está en la media", constata. Una afirmación que apoya en las mediciones efectuadas por este observatorio. En junio de 2015 arrojaron una temperatura media de 17,1º (14.1º de mínima y 20,7º de máxima), valores muy similares a los del mismo mes de 2014, con 17,5º de media (14,7º y los 21,3º, respectivamente).

Con todo y hasta que no entren esos vientos del Norte, las aguas de la Ría de Vigo seguían ofreciendo ayer un agradable chapuzón. Y con 19,2 grados, se convertían en las más cálidas de la Rías Baixas. Incluso bajando los termómetros respecto a la máxima medida este martes en Cíes, de 21,8º, la temperatura de la bahía viguesa es muy superior todavía a la que pueden disfrutar los bañistas de las localidades costeras de Pontevedra o de Arousa, donde las aguas no pasaron de los 18 grados.

El Concello retira de Samil y O Vao 85 kilos de medusas

  • Ni rastro de medusas. La orilla de las playas de Samil y O Vao amanecieron ayer sin ningún ejemplar de medusas pertenecientes a las especies Aurelia Aurita y Aequorea Forskalea como las aparecidas el martes en las orillas de estos arenales. Como estimaban los expertos consultados por el Concello se trataba de una "incursión puntual" en la ría de estas medusas, no venenosas, favorecida por el aumento de las temperaturas y la persistencia de vientos de componente sur sin alcanzar la categoría "ni de invansión".El peso de los ejemplares muertos retirados de las playas viguesas alcanzó los 85 kilos.

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