"Un aterrizaje perfecto". Así se podía leer en la crónica que el Decano publicó sobre uno de los grandes acontecimientos que se realizaron en la ciudad en el mes de junio de 1961, hace 65 años. Un total de 36 avionetas que participaban en la Vuelta Aérea a España y dos aviones que acompañaban a los participantes, aterrizaron en Peinador. Miles de personas se acercaron a presenciar el espectáculo deportivo, aderezado por José Luis Aresti, que realizó una exhibición. Las fotografías de la época muestran a muchas personas en la pista, muy cerca de los aparatos, sin que nadie se lo impida. Eran otros tiempos.
Un gran desafío deportivo y también turístico para celebrar el cincuenta aniversario de la llegada de la aviación en España. Ese fue el motivo por lo que el Aero Club de Madrid impulsó esta iniciativa. Se inscribieron 38 avionetas que partieron de Madrid. La primera etapa les llevó a Santander, la segunda a Oviedo. Vigo era la tercera escala. Después, Badajoz, Córdoba y regreso a Madrid. Los participantes debían pasar por determinados lugares. En el caso gallego, por A Coruña y Finisterre. El Aero Club de Vigo no dudó en sumarse al proyecto.
"No hemos encontrado una sola nube", decía alguno de los participantes a su llegada a Peinador. A pesar del buen tiempo, la Vuelta Aérea a España arribó a Peinador con un día de retraso. La etapa, que había partido de Oviedo, se desarrolló sin incidentes, algo que sí habían sucedido en las anteriores. Ricardo Villar fue el ganador en la puntuación.
La expectación fue enorme, hasta el extremo de que se llenaron los accesos al aeropuerto. Además de las avionetas, también llegaron un DC 3 que transportaba a los miembros del jurado. Y un Junker, un modelo más pequeño, en el que viajaban numerosos periodistas. En los periódicos nacionales se publicaron importantes reseñas sobre este acontecimiento.
El aeropuerto vigués fue una fiesta aérea en todos los aspectos. Nunca antes había registrado tal actividad desde su inauguración el 25 de abril de 1954. Curiosamente, en aquel acto también había participado José Luis Aresti, un afamado piloto que regresaba al mismo lugar. No dudó, una vez que aterrizaron todas las avionetas, en realizar otra exhibición.
Los pilotos de la Vuelta Aérea a España se trasladaron después a las instalaciones del Aero Club de Vigo, próximas al aeropuerto. Allí fueron recibidos por las autoridades, tanto locales como provinciales. Más tarde se fueron al Gran Hotel, donde se celebró una cena en la que se entregaron los trofeos a los primeros clasificados. También hubo discursos. Entre ellos el de Enrique Lorenzo Docampo, presidente del Aero Club, en el que destacó la importancia de este tipo de acontecimientos para la promoción del turismo.
Según las crónicas de la época, en la competición participaban varios pilotos vigueses. Se daban los nombres de Melitón Rodríguez, Manuel Paz Andrade, Fernando del Rincón y Juan Carlos Ferreiro. Los dos primeros se encontraban en el undécimo puesto de la clasificación general.
A las nueve de la mañana del día siguiente, los participantes iniciaron lo que sería una de las etapas más largas hasta Badajoz. Desde allí completarían el recorrido hacia Córdoba y finalmente a Madrid. El ganador final fue Ricardo Villar, el que también se había impuesto en la etapa que había terminado en Vigo. Para el recuerdo histórico quedará de nuevo Peinador como un centro neurálgico para la aviación. En aquella época, con unas instalaciones todavía rudimentarias, también se disputaba la Vuelta a Galicia. La Vuelta Aérea a España también figura en el recuerdo del Aerocelta, un club que en la actualidad tiene su base en Peinador y que, en parte, heredó la filosofía de aquellos aventureros del aire.
