La batalla para lograr la incapacidad permanente que emprendió hace varios años no es la única de Beatriz Figueroa, la abogada viguesa con cáncer que llegó a ponerse en huelga de hambre para que se garantice una mayor protección a los enfermos que padecen esta dolencia. Figueroa es además una de las 72 familias que desde hace años urgen una solución para los graves desperfectos que -denuncian- padece su edificio, situado en el número 37 de la calle Teixugueiras. La reclamación está en el Juzgado de Primera Instancia Nº 7 de Vigo, donde la comunidad de propietarios del inmueble reclama a la Constructora Dragados y a la dirección facultativa de la obra unos 3,5 millones de euros -2,5 por las deficiencias que critican y otro millón en concepto de daños morales-.

Figueroa, quien recalca con insistencia su confianza total en la justicia, lamenta la situación a la que se ha visto abocada por los desperfectos en su vivienda, en la que entró hace apenas seis años. "Estoy destrozada... Esto me está minando la salud", confiesa.

En los últimos años Figueroa ha pagado 128.000 euros por su piso, una segunda plaza de aparcamiento y sus obligaciones sobre la superficie comercial y la entre planta del inmueble. Le quedan pendientes de abonar al banco otros 92.000 euros, una suma que debe afrontar con su renta de 550 euros. "Es desesperante", comparte esta viguesa, quien explica que la situación del inmueble -"el deterioro de estos dos últimos años ha sido alarmante", comenta- le impide venderlo, la principal opción que contemplaba para lograr recursos en su situación actual.