Esta mañana arrancaron las labores de montaje de la supergrúa que se encargará de retirar las veintidós bañeras de hormigón que conforman la grada de Tribuna. La máquina, que llegó ayer, precisa de varias horas para concluir su montaje, una maniobra que podría finalizar esta misma tarde. Muchos de los vecinos mostraron su sorpresa ante el enorme tamaño de la grúa. Para asegurar su estabilidad y evitar que vuelque ante el enorme tonelaje que tiene que desplazar es necesario instalar placas de apoyo y contrapesos.

Las góndolas de Tribuna pesan 85 toneladas y están situadas a 19 metros de altura. La longitud de la pluma de la grúa -una Demag AC-650, la mayor y única de estas características en Galicia- es de 60 metros y alcanzará en el estadio los 50. Las obras de desmontaje de cubierta e instalación de la nueva, con una malla espacial sobre la que se colocarán láminas de aluminio en forma ondulada, debe realizarse a contrarreloj, ya que tiene que estar a punto para el comienzo de la próxima temporada de Liga.

La grúa, que se estabiliza con gatos telescópicos abiertos hasta una longitud de 12 metros, ha trabajado en el montaje de numerosas infraestructuras en Galicia, entre ellas el viaducto del AVE en Catoira, varios tramos de autovías, la AP-9 de Puxeiros a la frontera portuguesa, parques eólicos y astilleros. También se encargó del montaje del monolito A Ferida, que recuerda la catástrofe del Prestige en Muxía, una mole de 180 toneladas. Cinco mil kilos menos pesa la chimenea de la antigua fábrica de Massó en Bueu, que movió el camión-grúa unos metros al estar afectada por una urbanización de nueva construcción.