El Harmony of the Seas, el barco de cruceros más grande del mundo, partió ayer domingo de Francia rumbo al puerto británico de Southampton, tres días después de que los astilleros franceses STX se lo entregaran a la naviera estadounidense Royal Caribbean.

Numerosos habitantes de Saint-Nazaire, en la costa oeste de Francia, acudieron con pañuelos blancos a dar el último adiós al barco, que efectuará un primer crucero inaugural el 22 de mayo desde Southampton con destino a Barcelona, su puerto base hasta finales de octubre. Vigo aparece en la carta de navegación como primera escala de este periplo. Será el 1 de junio cuando entre en la bocana

Hasta esa arribada histórica, el récord de la Estación Marítima de Vigo en cuanto a tamaño seguirá representado por las dos escalas que protagonizó el año pasado el Oasis of the Seas, presenciadas por miles de vigueses que abarrotaron la fachada marítima de la ciudad atraídos por la imponente envergadura del todavía mayor crucero del mundo.

De 362 metros de eslora y 66 metros de manga, ese mastodonte marítimo de 227.000 toneladas, en el que se han invertido 1.000 millones de euros, puede albergar a más de 6.000 pasajeros y 2.394 miembros de la tripulación. La salida del puerto francés se efectuó sin problemas tras una maniobra que, según la cadena "BFM TV", había sido ensayada con simuladores durante cerca de un año debido a su complejidad.

Cuando el miércoles 1 de junio el Harmony of the Seas visite por primera vez la ría de Vigo, algunos trabajadores de la industria auxiliar podrán señalar al mayor crucero del mundo y afirmar: "Lo hice yo". Media docena de empresas de Galicia, entre las que destacan la planta viguesa de Wärtsilä Ibérica y Nodosa en MarínWärtsilä IbéricaNodosa, han participado directa o indirectamente en la construcción de este gigante de los mares, que partía esta semana de los astilleros de STX en Saint Nazaire.

"No solo es el más grande del mundo, sino también el más respetuoso con el medio ambiente", dijo en la ceremonia de entrega el director general del astillero STX, Laurent Castaing, a lo que el presidente ejecutivo del armador, Richard Fain, añadió que es también "el más caro". Es el tercer barco de la familia Oasis de la Royal Caribbean y ha necesitado 32 meses de trabajo tras el inicio de su construcción en septiembre de 2013.

Entre los récords de los que presume se incluye el Ultimate Abyss, el tobogán más alto de alta mar, con una caída de más de 30 metros que permite alcanzar los 14 kilómetros por hora y que, según la naviera, intimidará "a los más valientes".

El vacío que deja en el astillero francés lo ocuparán a partir de ahora, entre otros, los cuatro nuevos barcos de cruceros encargados el pasado abril por MSC, un pedido de 4.000 millones de euros cuya entrega está prevista entre 2022 y 2026.