Con retraso según el PP, y "en plazo" en palabras del alcalde. La marcha de las obras del nuevo Balaídos enfrentó ayer al grupo mayoritario de la oposición en el Concello y el gobierno local.

El concejal popular Miguel Fidalgo asegura que la reforma del estadio "ha entrado en el túnel del tiempo" y acusó al alcalde de "no estar al nivel que merece un Celta europeo". El edil recordó que la fecha comprometida para el fin de la remodelación de Tribuna y Río es 2016. "Por ahora de la segunda grada no tenemos ni proyecto", reprobó. A ello añadió que tampoco existen novedades para Marcador y Gol. "Es imposible que los vigueses puedan disfrutar del estadio prometido para la temporada 2017-18", prosiguió, para calcular que "si para el mercado del Progreso necesitaron seis años, para Balaídos serán 16".

El edil también acusa al gobierno local de incumplir el nuevo acuerdo por el que el Celta se encarga del mantenimiento del césped del estadio y el Concello de la factura de la luz, y sostuvo que "Fenosa ya ha amenazado con cortar el suministro por impago".

Caballero hizo hincapié en que la reforma de Tribuna avanza sin demora y sobre Río apuntó que "se puede hacer con el estadio operativo". El alcalde añadió que "hace 40 años que no se hacen obras en Balaídos". "El PP gobernó siete y nada de nada", puntualizó.

Sobre el pago de la luz resaltó que hasta que se firme el convenio con el club el Concello no puede empezar a abonar las facturas. "Necesitamos base jurídica. A lo mejor lo que quiere el PP es que cometamos un delito", agregó. El regidor volvió además a cargar contra la delegada de Zona Franca, Teresa Pedrosa, a la que acusa de "estar absolutamente a la contra" y no implicarse en la financiación de la grada de Marcador. "Le presentamos un proyecto con retorno económico pero no apoya a esta ciudad", sostiene.