Pista con coches de choque, piscinas con generadores de olas para hacer surf, un rocódromo para practicar escalada y un simulador de paracaidismo. Cualquiera diría que hablamos de un auténtico parque de atracciones sin embargo estas actividades y muchas otras más pueden realizarse a bordo del Ovation of the Seas.

El crucero atracó ayer en el puerto de Vigo tan solo un mes después de su singladura con cerca de 4.000 pasajeros a bordo. Con 347 metros de eslora, 16 cubiertas, 15 plantas, doce restaurantes, nueve bares y todo tipo de tiendas de lujo, la mayoría de pasajeros optaron por permanecer en el interior del barco debido a las lluvias con las que fueron recibidos a su llegada al muelle olívico. La embarcación partió desde Gijón y puso rumbo al mediterráneo.

Al ser la primera vez que realizaba una visita a Vigo, el presidente del Puerto, Enrique López Veiga y diversas autoridades recibieron al capitán del Ovation of the Seas, Henrik Loy; con el que intercambiaron varias metopas conmemorativas. "Lamentamos que el mal tiempo también os recibiera, pero estamos muy satisfechos de que podáis conocer la ciudad de Vigo y esperamos veros en próximos viajes", reconocía Veiga al capitán del barco. Tras esto, los oficiales realizaron un recorrido por las diferentes estancias del crucero.

Sus pasajeros destacaron por encima de todas las comodidades la calidad de su comida. "Los restaurantes aquí son increíbles, eso y las coreografías son lo mejor del barco", relataba una viajera brasileña. Y es que en uno de los salones principales se ofrecen clases de baile con profesora particular, para que la estancia se haga lo más 'deportiva' posible. El teatro también es uno de los grandes atractivos del navío, que cuenta con una gran sala donde en la mañana de ayer daban los últimos coletazos al atrezzo de la obra y otra sala donde los actores salen desde el suelo y techo a través de puertas escondidas. "En verdad poco dista de un gran Centro Comercial, ya que hay muchos restaurantes y también tiendas para comprar y sofás para descansar", relata Anna, la guía turística del crucero.

El Ovation, para cuya construcción fue necesario año y medio, forma parte de la armadora Royal Caribbean y es el gemelo del Oasis y el Allure. Esta travesía queda enmarcada dentro de un viaje posicional a China. A las 18.00 horas se despidió del puerto de Vigo y partió a Gibraltar, donde tendrá su siguiente parada. Además de recibir la visita de las autoridades portuarias, también tuvo que compartir muelle con el crucero Corinthian, de mucho menor tamaño, 89 metros de eslora, quien puso rumbo a A Coruña a las 20.00 horas de la noche, no sin antes ofrecer un concierto a cargo del grupo Xéixolas para sus pasajeros. Tendremos que esperar al día 13 de mayo para la visita del siguiente crucero, el Costa Pacífica.