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Lápidas y flores en la tumba 113

La sepultura del vigués muerto entre basura y en soledad pese a sus 3.544 amigos en Facebook deja de ser anónima y ya tiene placas con su nombre

Las dos lápidas y las flores que hay en el lugar donde reposan los restos de José Ángel Taboada. // Faro

José Ángel Taboada, el vigués muerto entre basura y en soledad en su casa de Alcabre pese a acumular más de 3.500 amigos en Facebook, recibía sepultura hace más de tres semanas en el cementerio de Pereiró en un entierro de beneficencia sufragado por el Concello después de que ningún familiar reclamase su cadáver. Tras la inhumación, únicamente una austera cruz con el número 113 colocada sobre un montículo de tierra identificaba el lugar donde reposan los restos de este hombre. Pero su tumba ha dejado de ser anónima. Dos lápidas, una blanca y otra negra, cada una de ellas con su nombre, identifican el lugar donde descansa en paz. También hay flores artificiales y una figura religiosa.

La placa blanca -con nombre y apellidos, año de nacimiento y muerte y la inscripción D.E.P.- se la pusieron dos hermanas y dos hermanos de Teis que conocían a José Ángel desde pequeño porque la madre de éste había trabajado durante años en la vivienda de sus progenitores. De hecho las dos mujeres fueron las únicas que el 13 de abril, cuando fue el sepelio, acudieron a despedir a este vigués. "Él fue bautizado e hizo la Primera Comunión vestido de marinerito; nos dio mucha pena que en el entierro no tuviese ni cura ni un Padre Nuestro de despedida", afirma una de ellas, que añade que decidieron colocar la placa para que no fuese "una tumba anónima". "Le teníamos cariño y es lo mínimo que podíamos hacer; seguro que mis padres lo hubiesen hecho", explica.

Pero esta lápida no es la única que hay sobre la hasta hace poco anónima tumba. Hay otra, negra. "Rdo. de tus amigos", consta como referencia de quienes la pusieron allí. Como fecha de fallecimiento pone el 24 de marzo, la última vez que José Ángel tuvo actividad en su WhatsApp. "No sabemos de quién es", comenta un enterrador de Pereiró acerca de la lápida. Este trabajador tampoco coincidió con los que pusieron las fotos artificiales que hay allí. "Pudo ser alguna persona conocida de él; también hay gente, aunque no es muy habitual, que viene a diario y pone flores en sepulturas que ven vacías", explica.

El cadáver de José Ángel, afectado de síndrome de Diógenes, fue hallado en su vivienda el pasado 6 de abril. Una amiga de Facebook que no lograba contactar con él desde el 25 de marzo fue quien dio la alerta desde Canarias.

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