La demanda de titulados en carreras de ingeniería, ciencias, tecnología y matemáticas -las denominadas STEM por sus siglas en inglés- crecerá un 14% en Europa hasta 2020, sin embargo, los estudiantes no parecen estar en consonancia con el mercado laboral y el número de matriculados en las escuelas de ingeniería españolas descendió un 17,2% entre 2011 y 2015, por encima incluso de la caída experimentada en humanidades. Esta tendencia global, sobre la que esta misma semana alertaban las cuatro Politécnicas públicas de nuestro país, todavía no afecta a los centros de la Universidad de Vigo, que han logrado mantener el número de inscritos. De las 12 titulaciones que imparte este curso, ocho agotaron sus plazas, mientras que Santiago solo cerró 3 de las 9 que incluye en su oferta y A Coruña, 2 de 12.
Si en el periodo 2008/09, antes de la conversión de las licenciaturas en grados, la institución olívica sumaba 790 alumnos nuevos en esta rama, en el curso actual se contabilizan 895, según los datos del Ministerio de Educación. Y en 2013 llegaron al millar. Aún así, los directores de las escuelas no bajan la guardia e intensifican las campañas de promoción en colegios e institutos para seguir captando estudiantes.
"Tenemos buenos resultados pero hay que seguir trabajando. Lo de abrir la puerta y esperar a que vengan los alumnos ya se acabó. Nosotros llevamos varios años recorriendo los centros de Secundaria y Bachillerato, acudiendo a ferias educativas y contactando con las empresas y familias para darnos a conocer. Es cierto que también influyen ciertas modas, pero cuenta mucho lo que se haga desde las escuelas universitarias. La primera edición del concurso de robots que celebramos el año pasado provocó un aumento de la matrícula en el grado de Automática tan solo unos meses después. Y eso que nosotros esperábamos que el efecto se notase a medio plazo. Esta apuestas funcionan", destaca el director de Industriales, Juan Pou.
De hecho, la segunda edición de la competición, que se celebrará el próximo viernes en el campus, reunirá a más de 900 alumnos de institutos de las cuatro provincias gallegas. "Estas iniciativas también ayudan a romper el mito de que las ingenierías son para chicos. Son prejuicios que hay que combatir lo antes posible, desde 1º de la ESO, para que las chicas puedan decidir si les gustan estas carreras", añade.
La demanda en los 6 grados de la escuela superó la oferta de plazas para este curso, que se cerró con un 17% más de nuevos alumnos que en 2014/15. Si nos remontamos a la implantación de los grados, la matrícula creció un 9% desde 2010 hasta alcanzar los actuales 601 inscritos.
En Telecomunicación también se cubren las 150 plazas cada año pero su director, Íñigo Cuiñas, advierte que la nota de corte ha ido bajando en los últimos cursos hasta quedarse en un 5,343. "Lo que intentamos es no llegar a sufrir la falta de estudiantes que ocurre en todo el mundo occidental y cerrar en junio para tener las mejores notas posibles. Hacemos campañas en colegios e institutos no solo para dar a conocer nuestro título a los alumnos, sino también a los profesores, porque los grados de ahora ya no tiene nada que ver con la dureza y la duración de estas carreras hace años", apunta.
En el caso de la Escuela de Minas la adaptación a Bolonia ha supuesto pasar de una a dos titulaciones y también ha conllevado un aumento del número de alumnos. El grado en Energía cierra habitualmente sus 50 vacantes en el primer plazo de matrícula, aunque el de Recursos Mineros y Energéticos, con la misma oferta, sufrió un descenso en la demanda de este curso y solo se inscribieron 21 estudiantes.
"Este año intentaremos potenciar un poco más todas las actividades que hacemos para difundir los títulos y las salidas profesionales que tienen, que son muchísimas. Durante todo el año visitamos institutos, impartimos charlas temáticas y también contamos con una exposición itinerante. La oferta es tan grande que los jóvenes están un poco perdidos, por eso también tenemos un curso cero en nuestra web para que los alumnos interesados en hacer estas carreras cubran un autotest y puedan valorar sus conocimientos. Y en función del resultado les recomendamos bibliografía", explica su directora, Natalia Caparrini.
La responsable del centro apunta a la denominación del título para explicar las diferencias de demanda entre Recursos Mineros y Energía: "Los dos grados tienen mucha similitudes y ambos dan acceso al máster. Incluso el primero es el único que otorga las atribuciones profesionales por ley, pero quizá los alumnos no lo asocian con todos los campos de trabajo que tiene. Piensan solo en minas y canteras, pero también está relacionado con materiales, agua y recursos energéticos".
Lo cierto es que los profesionales que salgan de estas escuelas gozarán de buenas perspectivas laborales ya que según la UE la necesidad de titulados en carreras STEM crecerá un 14% hasta 2020. Los ingenieros industriales y en logística ya figuran este año entre los profesionales más demandados y también han crecido las ofertas para aquellos vinculados al área química, la automoción, el gas y el petróleo.
Se crearán 900.000 empleos tecnológicos y la implantación del 5G supondrá un "cambio radical" y aumentará la demanda de ingenieros en telecomunicación, destaca Cuiñas. "Para los estudiantes de 18 años el móvil e internet ya no son nuevas tecnologías pues han crecido con ellas y esto reduce un poco el efecto llamada, pero se siguen necesitando muchos profesionales. Nuestro sector ya sufrió la crisis gorda diez años antes que el resto y ahora habrá cada vez más empleo", añade.
Mayor dificultad
¿Qué razones arguyen los jóvenes para no optar por estas carreras a pesar de sus buenas previsiones? "No solo es un problema de las universidades, sino social, porque estos puestos de nivel alto acabarán siendo ocupados por gente de fuera como ya ocurrió en Reino Unido o EE UU. El descenso del interés puede estar relacionado con la dificultad, ya que estas carreras exigen más esfuerzo formativo que otras y esto no se traduce en una diferencia salarial en los primeros años. Por eso suelen tener alumnos muy vocacionales", plantea Cuiñas.
En algunas áreas como la ingeniería mecánica o la eléctrica, España será uno de los países con mayor empleabilidad, aunque salir, argumenta Caparrini, tampoco tiene que ser un hándicap: "Al contrario, la posibilidad de poder trabajar en todo el mundo y no tener que restringirte a tu entorno tiene que ser un aliciente".
Juan Pou - Dir. Ingeniería Industrial
"El concurso de robots aumentó la entrada en el grado de Automática"
Íñigo Cuiñas - Dir. Ingeniería de Telecomunicación
"La implantación del 5G aumentará la necesidad de profesionales"
Natalia Caparrini - Dir.ª Ingeniería de Minas
"La posibilidad de trabajar en todo el mundo debe ser un aliciente"
