Lo que empezó como un trabajo de investigación para la universidad, hace ya más de cinco años, terminó convirtiéndose en la primera monografía sobre la materia. El historiador y profesor Francisco Pérez presentará la semana que viene Arquitectura industrial en Vigo (1898-1939), el último libro del Instituto de Estudios Vigueses (IEV).

-¿Qué le anima a centrarse en este campo de trabajo?

-Es un tipo de arquitectura muy importante en Vigo y en otras ciudades ya se le está dando valor.

-¿Cuáles serían los ejemplos más destacados en la ciudad?

-Yo en el libro elijo la foto de la Panificadora porque yo creo que, no sé si el más importante, pero sí el ejemplo más simbólico y original. Es un edificio como no hay otro en Galicia. Desde el punto de vista estético hay edificios más visuales, como la Metalúrgica, aunque su problema es que ya solo queda la fachada. A mí personalmente el que más me gusta es el de conservas Alonso Santo Domingo, un edificio que estaba en el Arenal. También está La Artística. Quizás sean los ejemplos más destacados.

-¿Destaca Vigo por la presencia de este tipo de inmuebles?

-Sí. De 1900 a 1930 quizás sea la mejor época. En Galicia, Vigo es posiblemente la ciudad que más edificios ofrece de este tipo.

-¿Cree que la arquitectura industrial sigue siendo hoy en día el "patito feo" de la disciplina?

-Sí, sin duda. Incluso en el caso de un edificio como la Panificadora. Yo hablo con gente que sigue pensando que para qué proteger los silos. Cuando le preguntas por este tipo de edificios, el ciudadano no es capaz de pensar que las fábricas son también patrimonio de la ciudad, parte de su historia. En el caso de la Panificadora, además es un símbolo que la identifica.

-Cree que en otras ciudades se hubiera tenido mayor sensibilidad para preservar este patrimonio?

-Sin duda. Alemania, por ejemplo. También Londres, Barcelona, País Vasco... Y además con un coste asumido por las instituciones públicas. En Bilbao destaca todo lo hecho con la siderúrgica.

-En su libro analiza perspectivas de futuro. ¿Cuál es la conclusión?

-Estamos en un momento malo. Ahora que tenemos leyes, no hay dinero para hacer expropiaciones. Ahí está el caso de La Panificadora.

-Además de La Panificadora, ¿qué otros edificios urge recuperar?

-Para mí hay dos claros. Uno es el Alfageme; el otro, La Artística.