La sentencia de la Audiencia de Pontevedra que condena en firme a Manuel y Alfredo Hermida a un año de prisión por la defraudación del IBI de 2004 apunta a la ausencia de tesorería y a la manipulación de la cuenta de caja en la empresa de seguridad Compavi de Protección Viguesa SA. El fallo sostiene que existía un entramado de servicios prestado entre varias empresas del grupo para defraudar el IBI con subcontratación de servicios, caso de las sociedades Protección y Control Integral SL, Compañía de Protección y Vigilancia Galaica SA y Porteros y Controladores Industriales SL, participadas por las mujeres de la familia.

El Juzgado de lo Penal absolvió a la madre de Manuel y Alfredo Hermida, administradora de Compavi y copropietaria con sus hijos, al entender que eran éstos los verdaderos administradores. Una absolución que la Audiencia considera que no se desarrolló con amplitud en la sentencia de Penal.