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El traslado de la base de operaciones del gigante danés

Veiga tilda de "ataque personal" la respuesta de Puertos y avisa: "No me quedaré quieto"

"No defiendo a Termavi; defiendo al puerto de Vigo", advierte el presidente portuario - "Los tiempos de ordeno y mando los conocí en el 68; esto es democracia", replica a José Llorca

Enrique López Veiga. // FdV

El presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga, mantiene su intención de darse un tiempo "amplio" para argumentar a fondo la contestación al rechazo de Puertos del Estado a adoptar las "medidas cautelares" que le solicitó para frenar la marcha de Maersk a Marín. Pero el silencio que mantendrá hasta entonces sobre la resolución del departamento estatal -basada en que la decisión de la naviera danesa es "consecuencia de un mercado competitivo- lo rompe respecto al "ataque personal" , como así interpreta las declaraciones del máximo responsable de ese departamento, José Llorca, quien en una entrevista a FARO dijo de López Veiga que "se equivoca en todo sobre Marín; habla de oídas sin ningún conocimiento jurídico". Molesto al detectar "cierto tono desabrido" en Llorca al valorar sus argumentos, López Veiga advierte que "no me quedaré ni quieto ni callado".

Desde Bruselas, donde defiende la nueva estrategia de planificación portuaria "Crecimiento Azul", el presidente del puerto vigués reitera que en la controversia surgida por la decisión de Maersk de irse a Marín "deben primar argumentos solo técnicos". Los mismos que empleó, subraya, para solicitar que se prohibiese el aumento de la actividad en la terminal marinense al asentarse esta en rellenos declarados, según Veiga, "ilegales por la justicia"; y al mismo tiempo, también para pedirle a Puertos que analizase las condiciones de funcionamiento de la estiba de Marín al sospechar que "vulneran" la misma ley que cumple la de Vigo. En cambio, el departamento estatal no ve "ninguna ilegalidad" en Marín, ni sobre sus terrenos ni en su estiba. Para Llorca, lo que reclama el dirigente portuario vigués es "justamente una práctica anticompetitiva".

"Lo único que toco de oídas es la gaita gallega", ironiza sobre la frase empleada por Llorca para evaluar sus argumentos jurídicos. En opinión de López Veiga, quien se equivoca es el presidente de Puertos del Estado "al tratar esto como si fuera un asunto personal". En todo caso avisa que "soy consecuente con lo que digo y ya le dije a él, en el sentido de que como su presidente defenderé los interes del Puerto de Vigo ".

"Los tiempos de ordeno y mando los conocí en el 68. Ahora estamos en democracia y cada cual expone sus argumentos con total libertad", razona. Consciente de la repercusión de su postura, dice que cualquiera que conozca su trayectoria "sabrá que no podría callarme ante cuestiones como el traslado de Maersk a Marín, con efectos en detrimento de la economía viguesa". "A mí me toca el papel, ya sé que desagradable para algunos, de defender al puerto de Vigo, y lo haré hasta el final", insiste.

Solo hay un punto en el coincide con Llorca. Cuando el presidente de Puertos responsabiliza en parte a los empresarios que conforman la sociedad anónima de la estiba de Vigo (Sagep) por no haber alcanzado acuerdos con su plantilla como los negociados en Marín que permitieron ofrecer un servicio más atractivo a Maersk. "Es que yo no defiendo a Termavi, y desde luego que hay responsabilidades empresariales", admite López Veiga. En el resto de las cuestiones, no solo discrepa con Llorca sino que carga contra él con contundencia: "Comprendo que haya puntos de vista distintos porque también la vida laboral de cada uno es distinta. Yo empecé pisando cubiertas en Terranova y otros se han pasado muchos años pisando la moqueta de despachos en Madrid".

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