Pueden toser, gemir, gritar, convulsionar, sufrir subidas de tensión, cambios de temperatura, neumotórax, crisis hipertensivas... Pero si un profesional no acierta en su atención, no pasa nada -más allá de que deberá seguir ensayando-. Son los maniquíes robotizados interactivos y el Chuvi incorpora cuatro para que su personal se puedan preparar en unas condiciones que se acerquen lo más posible a la realidad. Forman parte del centro de simulación médica avanzada que el Hospital Álvaro Cunqueiro acaba de estrenar.

Para la mayor parte de los cursos de entrenamiento, hasta ahora, los profesionales del área viguesa usaban maniquíes más rudimentarios o tenían que desplazarse al que la Axencia de Coñecemento en Saúde tiene en Santiago. También había otro en A Coruña, dirigido al área quirúrgica. El de Vigo nace al mismo tiempo y con las mismas características que el de Lugo. Ambos tienen una peculiaridad con respecto a los otros dos: son los centros piloto de un software que permite definir el itinerario formativo que se considera adecuado para cada categoría profesional y hacer un seguimiento de los cursos y las competencias que adquiere cada uno de los participantes. Además de que facilita a los gestores el control de los recursos utilizados y de la eficacia de la formación. Se trata de la Central de Entrenamiento y Simulación Médica (CESIM). "Es la pieza clave, porque hasta ahora no había una herramienta informática que permitiese controlar todo el proceso de formación", resalta el director de Procesos Asistenciales del área sanitaria, Julio García Comesaña.

Este software también interacciona con el de control de los maniquíes robotizados para generar supuestos clínicos similares a casos reales. El Chuvi dedicará estas nuevas instalaciones -con ocho salas interconectadas- a reproducir muchas de las situaciones que se producen en el área médica del hospital, desde la asistencia ordinaria de los pacientes a la crítica y con especial atención al área materno-infantil. De hecho, uno de los cuatro maniquíes avanzados de los que dispone es una embarazada con su recién nacido, además de dos niños de diferentes edades y un adulto.

El centro disponen de ocho salas interconectadas interconectadas mediante un sistema de grabación y retransmisión, que permite tanto observar las prácticas en tiempo real en las estancias contiguas como reproducir las imágenes luego para que los alumnos puedan comprobar y corregir errores.

Veinticinco sanitarios se preparan como formadores para iniciar los cursos en "semanas". Estarán destinados a todos los profesionales del área sanitaria y a los alumnos que pasen por sus instalaciones, pero también se organizarán actividades para el sur de Galicia o para toda la comunidad.

Entre los formadores que diseñarán los casos simulados hay ocho de Obstetricia. Su jefe de sección, Emilio Couceiro, destaca que el nuevo centro les "proporciona medios muy importantes para la docencia y la formación continuada" ya que les permitirá "reproducir situaciones clínicas muy similares a la realidad, incluso, a partir de casos reales". Están expectantes con el abanico de posibilidades que esta nueva tecnología les permite para entrenar. "No sabemos hasta qué punto podremos explotar estas capacidades", confiesa. Defiende que esto redundará en una mayor "seguridad" para el paciente.