El Concello arranca los trabajos para el segundo tramo de escaleras mecánicas que permitirá salvar el desnivel que existe entre Porta do Sol y Abeleira Menéndez. Una cuadrilla de operarios inició ayer tres catas arqueológicas que se prolongarán hasta finales de esta semana. Una vez culmine esa fase las conclusiones se trasladarán a la Dirección Provincial de Patrimonio para que valore la actuación. Tras recibir el permiso autonómico y aprobarse el proyecto, el Concello licitará la obra. El proceso podría durar varios meses, con lo que las obras de la estructura empezarían en septiembre. Un grupo de operarios realizaba ayer también dos catas arqueológicas en el barrio Canceleiro para otro proyecto.
El segundo tramo de las escaleras mecánicas de II República dispone de un presupuesto de 670.000 euros y completará el mecanismo que ya funciona desde enero de 2015. El objetivo -como se ha explicado en varias ocasiones desde el Ayuntamiento- es salvar el desnivel entre Porta do Sol y la parte alta del Casco Vello, que recorren a diario cientos de personas para realizar gestiones en Praza do Rei o comprar en la calle Príncipe.
El primer tramo fue el primer mecanismo de esas características que se instaló en Vigo al aire libre. En él el Concello invirtió 450.000 euros, cantidad a la que se añadieron otros 237.000 para instalar la cubierta que desde hace justo un año protege las escaleras. Según las mediciones realizadas por técnicos municipales, cada jornada las emplean más de un millar de personas para subir una cuesta de cerca de 10 metros. El número de usuarios desciende los domingos.
El "Vigo Vertical"
Las escaleras mecánicas se enmarcan en el ambicioso proyecto "Vigo Vertical", con el que el Concello quiere atajar los principales desniveles que presenta la orografía local. A principios de marzo el alcalde avanzó que, además del automatismo de II República, se proyectan mecanismos para cubrir las cuestas que separan las calles San Salvador y Pizarro, Torrecedeira y Pi y Margall y Marqués de Valadares y Porta do Sol. A ellos se suma el primer ascensor urbano que, desde el pasado octubre, une las calles Camelias y Menéndez Pelayo.
