La denominación de Vigo como zona de gran afluencia turística no ha sido acogida con buenos ojos por el comercio local. La liberalización de horarios que esto supone se ha convertido en un quebradero de cabeza para los pequeños negocios de la ciudad al no poder competir con las grandes superficies.

El concejal de Comercio, Ángel Rivas, se ha reunido con varias asociaciones de comerciantes para tratar de llegar un acuerdo que, en palabras del edil, pasaría por la delimitación a dos únicas zonas de la libertad de apertura de los negocios. "No tendría razón de ser que todo Vigo estuviera abierto todo el año, ya que el turismo está concentrado en lugares concretos y por lo tanto debemos definir territorios y horarios", explicó Rivas, quien por motivos de mayor afluencia turística señaló "a dos zonas concretas, en este caso Casco Vello y zona centro o Ensanche". O Calvario, As Travesas, Teis y otros barrios con intensa actividad comercial quedarían excluidos de la liberalización horaria a locales de más de 300 metros cuadrados.

Desde el gobierno municipal esperan llegar a un consenso con todas las asociaciones de comerciantes de la ciudad a la hora de tomar una decisión, que tendrá que ser emitida antes del 22 de julio, fecha límite para demarcar zonas de libre apertura o el comercio en general podrá abrir las 24 horas los 365 días del año. "Tiene que ser un acuerdo de todos, no de unos pocos. Esperemos que en mayo podamos llegar a un acuerdo plenario consensuado por todos. No queremos abrir brecha con el pequeño y mediano comercio, estos no disponen de la misma capacidad que las grandes superficies", argumentó el concejal de Comercio.

Aquí reside el principal temor de los comerciantes en relación a los nuevos horarios de apertura: la competencia con los grandes almacenes.

Encarna Álvarez, vicepresidenta de la Confederación de Empresarios y vocal de la Asociación de comerciantes de O Calvario, reconoce la "catastrófica" noticia de una mayor libertad horaria a pesar de la limitación zonal. "Nuestra postura es de un rotundo no. La mayoría de nuestros negocios ya podían abrir cualquier día y a cualquier hora del año pero económicamente no lo hacíamos porque no llegamos y ahora al ver que las grandes superficies sí lo pueden hacer, nos va a suponer un gran revés. Nosotros no abriremos, nuestros clientes irán a otra parte; una catástrofe para el pequeño comercio", relata Álvarez. Opinión semejante emite la gerente de As Travesas, María Jesús Sánchez, quien propone acotar no solo por territorio sino también por estaciones.

"Esta apertura debería permitirse solo en verano, los meses de julio, agosto y septiembre, y tan solo los domingos que haya crucero. Pensamos que tener cerrado cuando otros abren nos puede perjudicar, ya que 'obligará' a muchos negocios a abrir cuando económicamente no pueden", replica Sánchez.

Quien sí aprueba esta delimitación es Enrique Núñez, gerente de la Asociación Centro Príncipe, quien se ha mostrado cauto y a la espera de hablar con sus asociados. "La propuesta del Concello, dentro de lo malo para el sector, no es tan mala solución. Está claro que ningún comerciante va a querer quedarse en casa si un domingo puede vender, que es lo importante", asiente Núñez. Ambas asociaciones se reúnen hoy con el grupo popular para dar a conocer sus propuestas.