En una sencilla caja de madera José Ángel Taboada ya descansa en paz. El vigués hallado hace una semana muerto entre basura en su casa de Alcabre recibió hoy un entierro de beneficencia en el cementerio de Pereiró.

Una cruz con el número 113 identifica al lugar donde descansan sus restos. Solo dos mujeres vestidas de negro que conocían al fallecido lo acompañaron en la conducción.

Fue un sepelio rápido y prácticamente en soledad, como lo fue la vida de este hombre que, por la contra, tenía más de 3.500 amigos en Facebook.