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La marcha de Guixar del gigante del transporte marítimo

El cambio de base de la compañía limitará su tráfico en Vigo a escalas "puntuales"

Maersk trasladará a Marín todas las líneas que en la actualidad conectan con la ciudad: un buque semanal procedente de Algeciras y otro de frecuencia variable desde Namibia

La actividad de Maersk en Vigo quedará reducida a escalas puntuales a partir del próximo mes. Cuando arranque sus operaciones en Marín, programadas para el 18 de mayo, la actividad de la armadora danesa en Guixar será "esporádica", como así se lo confirmaron ayer a clientes vigueses representantes de la compañía.

Estas empresas se pusieron en contacto con el departamento de Ventas de Maersk para conocer más detalles del cambio en su base operativa, de Vigo a Marín. Tal como se temían, el traslado afecta a todas las operaciones que desarrolla en la actualidad en Guixar: el buque semanal feeder, un mercante pequeño con capacidad para 700 contenedores procedente de Algeciras; y otro de mayor porte, sin frecuencia fija, directo desde Walvis Bay (Namibia).

Estos son los tráficos que ganaría el puerto de Marín en detrimento del de Vigo. Tras este tijeretazo, los operadores vigueses aseguran que Guixar sólo recibirá barcos de Maersk "muy puntuales, al menos durante un año", el tiempo de vigencia de las operaciones subastadas por la naviera en la puja que perdió Termavi. Unos 59.000 Teus, el 30% del volumen total contenedor en Vigo, los mueve la danesa.

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Por eso su traslado a Marín deja al puerto de Vigo sin uno de sus referentes más importantes. Maersk Line comenzó a operar en Vigo en la década de los pasados ochenta, primero con buques feeder que venían de Algeciras, y años más tarde con naves oceánicas que hacían la ruta desde Namibia. Con la llegada del nuevo siglo, Maersk estrechó su vinculación con la terminal viguesa en 2001, al incluir al puerto de Vigo en el servicio semanal entre Sudamérica y Europa. Este servicio era ejecutado por barcos de 219 metros de eslora y 2.900 contenedores de capacidad (Jens, Jeppesen, Johannes y Josephine Maersk), que fueron sustituidos a finales de 2002 por una serie de buques gemelos más grandes, bautizados Leda, Lexa, Luna, Laura y Laust Maersk, de 267 metros de eslora y 3.700 contenedores.

Todos ellos se alternaban semanalmente en el muelle de Guixar dentro de un tráfico eminentemente importador, compuesto en gran medida por pescado congelado traído de puertos del cono sur americano que procedía de las capturas realizadas por los pesqueros de empresas españolas radicadas en terceros países. El servicio se mantuvo ininterrumpido durante más de seis años, hasta que a mediados de 2007 Maersk apartaba estos barcos de Vigo aduciendo intereses comerciales.

A este sonoro desencuentro, duramente criticado en su día por los clientes del puerto vigués, le había precedido otro de parecido calado un año antes, al cancelar la naviera danesa la ruta Walvis Bay-Vigo, servicio que fue recuperado en marzo de 2010 con una frecuencia semanal y que en los últimos años hasta hoy, se vino realizando de manera muy puntual y siempre que se garantizara un número mínimo de contenedores para desembarcar en Vigo, que fuentes del sector lo sitúan en torno al medio centenar.

Ayer mismo, la página web de Maersk Line anunciaba para los meses de abril y mayo una salida semanal Walvis Bay-Vigo, que no deja de ser una "declaración de intenciones", puesto que el servicio tan solo se llevará a la práctica siempre y cuando se contrate un número determinado de contenedores que hagan rentable a la naviera la "subida" de sus barcos hasta Vigo. De no venir el barco oceánico a Vigo (en las 14 semanas que llevamos de 2016, tan solo ocurrió tres veces, los días 30 de enero y 28 de marzo con el Jandavid S y el 13 de marzo con el Maersk Phuket), los contenedores son desembarcados en Algeciras y transbordados en el feeder Asiatic Orchid para traerlos a Guixar. Esta ruta oceánica parte de Walvis Bay desde donde sigue a varios puertos de la costa atlántica africana, antes de llegar a Algeciras. Desde el puerto gaditano, el barco viene a Vigo de forma esporádica, y de manera constante en cada viaje, a Leixões y Lisboa, desde donde regresa a Algeciras para iniciar una nueva rotación hacia Namibia.

Durante los últimos siete años, Vigo ha perdido cuatro conexiones oceánicas de portacontenedores, además de la ruta frutera con Centroamérica, que, como sucede ahora con Maersk, se ha ido a Marín.

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