A Coruña ya puede presumir de eliminar el tráfico rodado en superficie en buena parte de su fachada marítima gracias en parte a la financiación de la Xunta mientras Vigo espera desde 2006 por la ampliación del subterráneo de Beiramar. Gracias a la cofinanciación del Gobierno gallego, se ejecutaron en la ciudad herculina los túneles de La Marina, ya abierto, y O Parrote, que se estrenará hoy, según anunció ayer su alcalde, Xulio Ferreiro, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada. Fue en este último donde la Xunta de Galicia invirtió 12 millones de euros.

Uno de los objetivos de este entramado de túneles es el de liberar de la superficie más de 30.000 vehículos diarios. Se trata precisamente de uno de las intenciones que persigue Vigo desde hace años sobre Orillamar con la prolongación del actúal túnel. Si bien es cierto, mientras las obras en la fachada marítima de A Coruña se aceleraron en los últimos años (la obra de O Parrote incluye un parking subterráneo) el proyecto de la ciudad olívica, presentado en 2006, permanece parado sin que ni el Puerto de Vigo ni la Xunta, Administración que lo apadrinó y debe promoverlo y hacerlo realidad, haya vuelto a impulsarlo desde entonces.

Puerto y Concello herculino acordaron ayer abrir O Parrote tras el rechazo del regidor de la Marea Atlántica a recibir y abrir la obra al presentar deficiencias.