El juzgado de lo Penal número 1 de Vigo ha acogido este martes un juicio contra Raúl F.A., a quien la Fiscalía considera autor de un supuesto delito de falsedad en documento mercantil, al formalizar un contrato con una compañía eléctrica a nombre de su casera, haciéndose pasar por su marido, y sin el conocimiento de ésta.

Según el ministerio público, este joven aprovechó su condición de comercial en una empresa que gestionaba altas de contratos para Endesa, para dar de alta el suministro de su casera en esta compañía. Así, la acusación pública sostiene que el hombre solicitó el cambio de la empresa suministradora (hasta ese momento, Gas Natural Fenosa) y aportó los datos de la dueña de la vivienda donde él vivía de alquiler, en la parroquia viguesa de Cabral.

En ese formulario, consignó, no obstante, un número de cuenta falso y un número de teléfono que no se correspondía con su casera, sino que era su propio número de contacto. Cuando Endesa llamó a ese teléfono para hablar con la persona que, supuestamente, había solicitado darse de alta, el acusado confirmó esa alta y alegó que era el marido de la solicitante.

Algún tiempo después, la mujer recibió una carta de la compañía, dándole la "bienvenida", lo que activó las alarmas. La mujer se puso en contacto con Endesa y, al facilitarse una copia de la solicitud, se percató de que en ella figuraban todos sus datos, excepto el número de cuenta, que no se correspondía, y el número de teléfono, que ella reconoció como el de su antiguo inquilino (en ese momento ya no vivía en su casa).

Para poder gestionar el nuevo cambio, y recuperar el contrato con su anterior compañía suministradora, la víctima tuvo que hacer frente al pago de varias facturas de Endesa, por un importe total de casi 125 euros.

"Plantillas" que se destruían

En el juicio celebrado este martes, el acusado ha negado haber formalizado ese contrato y, aunque ha reconocido que cubrió una "plantilla" con los datos de su casera, ha explicado que se trataba de documento "no válidos" que se usaban para "enseñar a los comerciales nuevos" cómo se hacían los contratos. Según ha aseverado, esas "plantillas" eran "destruidas" luego en la oficina.

Por otra parte, el comercial, quien ha explicado que recibía una comisión de 8 euros por cada contrato que lograba para la eléctrica, ha afirmado que no recuerda haber recibido una llamada telefónica de Endesa en la que hubiera confirmado que quería darse de alta, y que era marido de la solicitante.

Así las cosas, la Fiscalía considera a Raúl F.A. Autor de un delito de falsedad en documento mercantil, en concurso ideal con una falta de estafa. Por ello pide para él un año y 8 meses de prisión, multas que suman 2.245 euros y que indemnice a la perjudicada en los 125 euros que tuvo que pagar, además de otros 3.000 euros.