Frente a las 255 parejas viguesas que el año pasado optaron por anotarse en el registro autonómico de uniones de hecho, solo dos tramitaron la disolución el enlace. Un porcentaje ínfimo y menor al de los primeros siete años de actividad de esta iniciativa en la comunidad, que ya era muy bajo: una media de seis cancelaciones al año.

Estas anulaciones se pueden producir tanto a petición de uno de los miembros de la pareja, como de uno solo de los integrantes, en cuyo caso, es necesario acreditar que se ha notificado la decisión a la otra persona. También se pueden producir por el fallecimiento de uno de los dos o porque estos hayan decidido contraer matrimonio y hayan formalizado su situación ante el Registro Civil.