El sector hotelero en la ciudad, un mes más, se mantiene en la senda del crecimiento. Los establecimientos recibieron a casi 21.000 visitantes, la mayor cifra desde 2008. Estos aumentaron la duración de su estancia hasta rozar los dos días de media, con lo que las noches reservadas se dispararon un 40% con respecto a 2015. Así, se recuperó también un grado de ocupación por plaza que no se disfrutaba desde hace ocho años -un 33%-. Los fines de semana fueron su fuerte, con tres de cada 8 camas reservadas. Un nivel alto para esta época del año en Vigo. Tanto es así que solo se superó una vez desde que hay datos, en 2007.

La ciudad recibió en febrero a 20.871 visitantes que se alojaron en sus hoteles, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los españoles representan el 78% del total. Sin embargo, fueron los extranjeros los que más aumentaron su presencia. Lo hicieron en un 25%, hasta los 4.608 clientes, una afluencia que no se alcanzaba desde hace 8 años.

La estancia media de estos viajeros también aumentó, hasta los 1,94 días, la tercera más larga en toda la serie histórica, tras bajar el año pasado casi a su mínimo. Así, en los establecimientos vigueses se reservaron 40.406 pernoctaciones, un 40% más que en febrero de 2015.

A los 67 establecimientos hoteleros que se mantuvieron abiertos en Vigo el mes pasado, esta afluencia de viajeros les permitió obtener un grado de ocupación que no se disfrutaba desde el inicio de la crisis económica. Si lo medimos en base a las plazas -había 4.241 activas en la ciudad-, es del 32,8%. Hay que remontarse a 2008 para hallar un porcentaje mejor en febrero -un 34,7%-. Este avance no solo se debe al incremento del turismo de negocios, ya que el fin de semana los resultados son mejores. Fue de un 37,13%, cerca del máximo histórico para este mes, un 37,86%.

Si calculamos la ocupación en base a las habitaciones -unas 2.323-, de media, a lo largo de todo el mes, los visitantes reservaron el 45% de ellas.

Contratación en mínimos

La contratación de personal, en cambio, sigue en mínimos. Frente a las 657 personas que el sector llegó a emplear en febrero de 2006, este año tenía en plantilla a 403, casi un 40% menos.