Un tigre, dos osos, cuatro canguros, cinco llamas y niños, muchos niños. Resultaba complicado saber si ayer había más animales o infantes en el zoo. Las vacaciones de Semana Santa dejaron sin clase a los peques de la casa pero no sin opciones de ampliar sus conocimientos.

Una asignatura que todavía no dan en el colegio es la Biología y no hay mejor forma para aprender de seres vivos que convivir varios días con ellos en lo más parecido a su hábitat natural: el zoo.

Se trata de una actividad de tres días promovida entre el Concello y Vigozoo para fomentar valores medioambientales entre los escolares en periodos no lectivos. No solo visitan el recinto y a sus huéspedes, sino que también realizan talleres de reconocimiento animal, sus formas de alimentación e incluso construyen sus casas o comederos. A partir de mañana, los kimkajous, mamífero de la familia del mapache, podrán descansar en sus nuevas camas, hechas por los niños con materiales reciclados.

"¿De qué animal es esta pluma?", preguntaba la viguesa Sandra Rosende a uno de los monitores, quien respondía tras solo un leve roce de dedos, "es de un emú. No te preocupes, ya verás como en un par de días también lo reconoces". Razón no le faltaba a Manuel.

Al medio centenar de niños que participaron en esta "masterclass" de zoología les valió un solo día para convertirse en expertos de la materia. "En los talleres escribimos fichas con los nombres y alimentos de cada uno de los animales, ahora ya sé distinguir todas las especies", reconocía Uxía Correa, de 10 años.

Aunque los trabajos en las aulas fueran muy amenos para ellos, nada como visitar y tratar "de tú a tú" con los animales.

"Yo me quedo con el oso. En las manualidades hicimos agujeros a un tronco, le metimos miel y los tapamos con zanahorias. Pues el oso las quitó rápido y se bebió toda la miel, me llamó la atención que fuera tan listo", explicaba Sonia Pereira, que finalmente cayó rendida ante la tigresa. "Es el animal más bonito de todo el zoo, me ha encantado", añadía.

Como bien reza el dicho, no se acostarán sin saber algo nuevo, y sino que le pregunten a Alexandre Correa. El vigués de 12 años descubrió un nuevo animal en su segunda visita al zoo. "Al ñandú ni lo conocía, pero no que no lo hubiera visto, es que no sabía ni que existía esa palabra", bromeaba el pequeño, quien reconoce que volvería a participar en este programa.

Tras las visitas a los animales más conocidos y a las nuevas criaturas del zoo, un canguro de mes y medio y un recién nacido puercoespín, llegó la hora de aprender de los animales exóticos.

La jornada de hoy versará sobre las aves. Seguro que tras la lección magistral de los monitores de Vigozoo, la pequeña Sandra Rosende sabrá reconocer a golpe de vista cualquier pluma que se le ponga por delante.