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La Policía sorprende a 500 camioneros en el centro circulando de forma irregular en un año

La nueva unidad Sintra detectó vertidos de ácido o pilotos drogados y con hasta 16 horas de conducción en vehículos de 40 toneladas -Destapó cinco tacógrafos manipulados

Un imán o un generador ilegal son suficientes para manipular los tacógrafos que miden los tiempos de actividad y descanso. Su empleo -apuntan los agentes- puede provocar accidentes letales.

Pilotos drogados circulando por el centro de Vigo a los mandos de camiones de gran tonelaje, transportando bidones de ácido vertiendo en plena Gran Vía o conductores que atraviesan la ciudad en unidades de 40 toneladas tras más de 16 horas seguidas de actividad, casi el doble de las permitidas. Éstas son solo algunas de las irregularidades más graves y arriesgadas para la seguridad del resto de usuarios de la vía -pero también de los propios infractores- que ha detectado en su primer año en funcionamiento la Sección de Inspección de Transportes de la Policía Local (Sintra). Solo en doce meses han sorprendido y denunciado a 500 transportistas cometiendo alguna ilegalidad.

Pese a que por Vigo circulan a diario miles de camiones y furgonetas, hasta 2015 la Policía Local carecía de una unidad específica para controlarlos. Sus inspecciones se limitaban hasta entonces a las rutinarias que se practican a cualquier conductor de turismos: papeles, velocidad y alcoholemias, básicamente. Pero ahora, tras la formación de dos agentes, han logrado frenar -o al menos disuadir- a los conductores y empresas que arriesgan la integridad del resto de pilotos incumpliendo la normativa de tráfico en materia de transporte de mercancías. Sus controles ya no solo son regulares, sino que los agentes inspeccionan todo: tacógrafos, cumplimiento de la normativa sobre peso o sustancias peligrosas, horas mínimas de conducción... La denuncias, de producirse, recaen en su mayoría sobre la empresa.

"Creamos el Sintra tras detectar en los controles rutinarios que entre los transportistas que se paraban había muchas infracciones. Y, aunque la Guardia Civil de Tráfico ya lo hace fuera del término municipal, en Vigo hay una ingente cantidad de este tipo de vehículos que no salen de la ciudad y que, de alguna forma, estaban circulando con impunidad", argumenta el agente José Manuel Verde, quien compone esta unidad junto a Javier Varela.

Aunque fueron 500 camiones multados en 2015, se tramitaron mil denuncias, ya que en varias casos los camioneros denunciados habían cometido más de un infracción. "Algunos acumuló hasta ocho irregularidades", detallan los agentes. Si bien es cierto que una buena parte de las denuncias se refieren a temas de "papeleo", otras son por motivos mucho más graves. Es el caso, por ejemplo, de los camioneros que no respetan las horas mínimas de descanso o, lo que es peor, exprimen al máximo las de actividad conduciendo más horas de las permitidas. De los 500 vehículos denunciados en 2015, 360 eran unidades de gran tonelaje obligadas a llevar tacógrafo instalado, el sistema que mide esos tiempos. Uno de cada tres fueron sorprendidos habiendo incumplido esta norma. "Es una de las infracciones que consideramos más peligrosas, ya que afecta de forma directa a la capacidad física de los conductores y el daño que pueden causar es enorme, especialmente cuando estamos hablando de un vehículo de decenas de toneladas dentro del caso urbano", razonan los agentes.

Pero lo más grave con lo que se han encontrado -aunque no es lo más habitual- son las manipulaciones de tacógrafos. Una serie de artimañas que permiten trucarlos para que parezca que están cumpliendo los tiempos de conducción y descanso y engañar a los agentes cuando les dan el alto. Pero la impunidad con la que podían hacerlo en Vigo también se ha terminado. Al menos cinco camioneros fueron sorprendidos y denunciados por este motivo. Descubrirlo -admiten los agentes- no es fácil. La treta más habitual consiste en colocar un imán sobre el generador de impulsos que se sitúa en la caja de cambios del camión, lo que permite que el sistema contabilice descanso durante periodos de actividad y, de esta forma, conducir de forma ilimitada. Según técnicos consultados por este periódico, el peligro va más allá del agotamiento que pueda llegar a acumular el conductor, ya que puede llegar a inhabilitar el sistema ABS de frenado del camión y anular el limitador de velocidad, permitiéndole circular por encima de los 90 km/h reglamentarios.

Se detectaron también sistemas más sofisticados, como la instalación de un segundo generador de impulsos accionado a voluntad del conductor, que puede marcar cuándo quiere que registre horas de descanso o de actividad. Estas manipulaciones están recogidas en el Código Penal y pueden suponer una multa económica de más de 4.000 euros a la empresa, y de 500 euros y 6 puntos del carné de conducir al camionero.

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