La realidad se ha empeñado en desmontar el falso mito de que Vigo es un municipio impermeable a los consensos. En cuestión casi de días la ciudad y su comarca han visto cómo se desatascaban importantes proyectos enquistados durante años, como el Área, la Ciudad de la Justicia, la Tesorería, el Campus del Mar... ¡Y hasta la sede de un casino! Bienvenido sea este ánimo de acuerdos por parte de la Xunta, que algunos comparan ya con la fe del converso. Curiosamente ese cambio de actitud se produce en vísperas de la campaña electoral -por no decir precampaña- y tras el batacazo del 24-M. Vigo pide ahora que la cosa no se quede en el timo de la estampita y los proyectos por los que espera desde hace años lleguen de una vez.
