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Travesía, en alerta por el deterioro de un edificio

Urbanismo constata que el abandono del inmueble "aumenta el peligro para los peatones" y multa al dueño con 3.000 euros

Vista parcial del edificio número 91 de Travesía de Vigo. // FdeV

La entrada al edificio número 91 de Travesía de Vigo ofrece una imagen desoladora, llena de polvo y correspondencia amontonada. De parecidas características a la línea de inmuebles que se extienden a lo largo de esta calle, contrastan sus ocho plantas con todas las persianas bajadas y balconadas carcomidas por el óxido, síntoma de que sus pisos permanecen vacíos desde hace años. En el vecindario del bloque contiguo, el número 93, están convencidos de cuál fue la causa del éxodo. "Se fueron después de las vibraciones y ruidos de la tuneladora del AVE cuando excavaba el subsuelo", afirman. Pero ya poco les importa de quién fuera la culpa. Ahora el grave deterioro del inmueble pegado al suyo afecta directamente a su bienestar por lo que esperan que el Concello intervenga. Urbanismo tiene en marcha otra multa al propietario por desobedecer las órdenes de ejecución de obras de seguridad.

En su último informe, del 26 de febrero, los inspectores de la gerencia municipal constatan que el edificio 91 de Travesía de Vigo representa "un peligro para la seguridad de las personas y los bienes". Una conclusión que los residentes del 93 comparten por completo. Entre otras razones porque la sufren en forma de constantes desprendimientos de cascotes sobre vehículos estacionados en la calle Doctor Canoa, o con grietas aflorando en su patio de luces de similar aspecto a las del número 91. Es la situación que padecen desde que la denunciaron hace cincos años en el Concello , aunque el estado del inmueble es mucho peor ahora. "Por el paso del tiempo y la ausencia de intervención" , indica el citado informe.

El departamento municipal lleva desde entonces dirigiéndose a la empresa propietaria para que acometa obras consistentes en "evitar la caída de elementos del edificio a la vía pública, a patios interiores y edificaciones colindantes; colocación de vallas y banderas de protección y desmontaje o retirada de elementos que presenten un riesgo inminente de caída...". Pero ni caso. Tampoco tras una primera multa de 1.000 euros, la firma titular de la propiedad del edificio, una S.L. identificada con las iniciales R. A. M., accedió a realizar esas obras. Este periódico contactó con la agencia inmobiliaria que representa a la empresa propietaria para recabar su versión, pero sin éxito.

Desde el Concello razonan que si el propietario del edificio considera que los trabajos de perforación de la tuneladora del AVE generó ese deterioro, "pues que pida una indemnización a la constructora o a Fomento". Entretanto recalcan que la administración local está en la obligación de exigirle que cumpla con la obligación de hacer las obras de seguridad o se atenga a las consecuencias.

Urbanismo ha impulsado otra sanción contra la empresa titular por desoír las anteriores órdenes municipales de ejecución de obras y adopción de medidas urgentes. La segunda multa coercitiva se impone con un importe inicial de 3.000 euros y ante la falta de voluntad del propietario manifestada hasta la fecha, ya incluye la reiteraciónde otra multa hasta sumar las dos el máximo de 6.000 euros.

El garaje que comparte con otro bloque permanece apuntalado

  • La nueva propuesta de sanción al propietario del edificio número 91 de Travesía de Vigo se produce después de una nueva intervención de los bomberos. Ocurrió el pasado diciembre con motivo de otro episodio de desprendimientos de cascotes encima de un coche estacionado en Doctor Canoa. Los efectivos identificaron los fragmentos desplomados como "cachos de cemento desconchado por el óxido de las vigas de hierro", describieron. A causa de estos desprendimientos, los bomberos volvieron a aconsejar el vallado de la zona del paso de peatones y del estacionamiento de vehículos en la calle Doctor Canoa, esta vez con una "zona de seguridad" ante el riesgo de nuevas caídas de cascotes.Hace tres años la Policía Local avisaba ya de que presentaba "zonas desprendimiento de cubierta de cemento en todo el edificio" y las barandillas metálicas "están podres". También enfatizaba el apuntalamiento del garaje. Este aparcamiento lo comparte con el bloque número 93, y según los agentes municipales, "presenta grietas de mucha profundidad". Los vecinos que aparcan aquí temen que cualquier día acabará desplomándose el techo del garaje.

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