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Mercado inmobiliario

Pequeños inversores se lanzan a comprar pisos de segunda mano en Vigo para alquileres "low cost"

Estos compradores buscan gangas para alquilar a bajo precio -Las transacciones repuntan hasta el mejor resultado en un lustro -Las inmobiliarias gallegas ven en la urbe el principal polo de atracción

Pese a estar muy lejos de las cifras de hace una década, el mercado inmobiliario vigués vivió el año pasado un ligero repunte en las transacciones que le permitió cerrar el ejercicio con el mejor resultado en un lustro. Los principales compradores siguen siendo los que buscan una primera vivienda, con dos o tres dormitorios, pero hay un segundo grupo que se está introduciendo con fuerza desde 2014 y que está posibilitando esta revitalización. Son los pequeños inversores, que huyen de los productos financieros que tengan algo de riesgo y de la baja rentabilidad de los depósitos a plazo fijo. Estos buscan gangas para poder ponerlas en alquiler a bajo precio, aprovechando el aumento de la población que vive arrendada, entre otras cuestiones, porque no puede adquirir.

El mercado inmobiliario vigués cerró el año pasado la compraventa de cuatro viviendas al día. Un total de 1.483, lo que supone un 4,3% más que en 2014. Un aumento similar al registrado en toda la comunidad (del 4,15%). El 90% por ciento de estos inmuebles son de segunda mano, un porcentaje que se ha incrementado de forma sostenida desde el 62% registrado en 2011. Los interesados en obra nueva tienen poco donde escoger en Vigo. Por ello, desde la Asociación de Promotores de la Provincia de Pontevedra (Aproin) entienden que "hay mucha demanda que no se ha podido satisfacer" y entienden que, si la hubiera, el incremento habría sido mayor. De todos modos, el porcentaje no es muy diferente al que se registra en el conjunto de Galicia, donde el 80% de los compradores tampoco estrenaron casa. "En los últimos años no se ha construido casi nada y el mercado, que se ha autoregulado, tira de vivienda usado", explica Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

Los compradores de primeras viviendas de entre dos y tres dormitorios siguen siendo el principal comprador. Eso sí, han desparecido los menores de 35 años, que eran los más habituales antes de la crisis. "Casi el 85% de ellos no tiene acceso al crédito ni una tasa de ahorro que les permita hacer frente al esfuerzo fiscal", cuenta iglesias. Así, uno de los socios vigueses de Fegein, Remax Balaídos destaca que los que se están animando ahora son los que "en su momento paralizaron la compra por la crisis". Ahora lo hacen animados por los bajos tipos de interés de las hipotecas, una reducción de precios de hasta "un 47%" y la percepción de mejoría económica.

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Pero los que están entrando con fuerza en el mercado vigués desde 2014 son los pequeños inversores. Superan los 55 años y tienen unos ahorros de entre 80.000 a 100.000 euros a los que quieren sacar partido. "Tras los casos como el de las preferentes la gente no arriesga en productos financieros y por los depósitos a renta fija no le dan nada", explica Iglesias y cuenta que están regresando a la escena inmobiliaria. Pero el producto que buscan ahora es diferente: "Esas casas que antes no tenían salida, cuartos sin ascensor, pisos baratos que con una pequeña reforma puedan poner en alquiler". ¿Por qué? Asesorados, se adaptan a la demanda. "La coyuntura económica ha golpeado brutalmente a las clases bajas y medias que ahora solo buscan en base al menor precio", expone.

Para este tipo de inversiones, el presidente de las inmobiliarias gallegas ha "constatado" que Vigo es la urbe que resulta "más interesante". Es la más poblada y uno de los principales focos económicos. Pero lo es desde hace décadas y no siempre estuvo entre las preferidas por el inversor. ¿Qué ha cambiado? Se ha regresado a la época previa a la burbuja inmobiliaria. Cuando a la economía le iba bien, se vendía bien en todas partes. Ahora, se selecciona y se busca asegurar la revaloración de la propiedad. "Hay más expectativas en la recuperación de Vigo que en otros sitios y eso el inversor lo ve, es el mayor polo de atracción", cuenta Iglesias. Señala que en Santiago la estacionalidad de los alquileres -por los estudiantes- le resta interés. Con respecto a A Coruña, opina que aunque "también funciona bien" la compra -tiene 300 transacciones más que Vigo y subió en un 12%-, lo hace por los demandantes de primera vivienda. Resalta que, en cuanto a inversores, no tiene tanto potencial como la ciudad olívica, por la que se interesan desde todo el sur de Galicia y norte de Portugal. "En Vigo no solo invierten vigueses".

Zonas muy transitadas, las más demandadas por inversores

  • Al contrario que los demandantes de primera vivienda, que tienen más presente las condiciones del inmueble y el precio que su ubicación, para los inversores esta es fundamental. Centran su búsqueda en zonas muy transitadas. ¿Por qué? Para poder alquilarlas rápido.Así, escudriñan el mercado para localizar viviendas muy baratas en zonas céntricas -de plaza de España hacia abajo- o cercanas a zonas de trabajo como Citröen, según las inmobiliarias consultadas. También son habituales las consultas por las propiedades que se sitúan cerca de las paradas de las líneas de autobús que conectan con el campus universitario de Marcosende.Según la experiencia de Remax Balaídos, lo más demandado son estudios de entre 50.000 y 80.000 euros, que luego se puedan poner en arrendamiento por entre 300 y 500 euros, dependiendo de la zona y de si tiene garaje o no. En Inmobiliarias Doval explican que este tipo de comprador está interesado en viviendas en buen estado, que necesiten pocos arreglos.En cuanto a los demandantes de primera vivienda, que siguen siendo los principales clientes, están más dispuestos a buscar en las afueras, cuentan en Doval. La avenida de Camelias, el principio de la avenida de Castrelos, la plaza de A Miñoca, cerca de la zona peatonal del Calvario o en la calle Aragón, son las peticiones más habituales según Remax. "El denominador común de estas zonas es que reúnen las características que busca el comprador medio: construcciones de alrededor de 20 años, con cierta calidad de construcción, precios medios y todo tipo de servicios que satisfacen las necesidades de los adultos y de los más pequeños".

Benito Iglesias | Pte. Federación Gallega de Inmobiliarias

"Vigo es, desde 2014, la ciudad más interesante para estos clientes"

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