La nave da la antigua fábrica en Coruxo de Moahsa, perteneciente al extinto Grupo de Empresas Álvarez (GEA), se ha convertido en un gigantesco vertedero al que van a parar todo tipo de desechos, y tanto la estructura como la cubierta presentan un estado absolutamente ruinoso, con alto riesgo para la seguridad, sin que haya ninguna restricción de acceso. La asociación vecinal de la parroquia presentó una denuncia en diciembre en la Gerencia Municipal de Urbanismo, que acaba de ordenar a las tres promotoras propietarias del terreno que adopten de inmediato medidas urgentes al constatar un "peligro inminente para la integridad de las personas". Les da un plazo de seis días para proceder al cierre perimetral de todo el recinto y limpiarlo de la maleza que cubre la finca. Posteriormente deberán examinar con detalle el estado de la estructura, fachada, cubierta e instalaciones, y realizar las obras necesarias para garantizar la estabilidad y salubridad de la edificación.
El hormigón presenta visibles deficiencias, los cristales están rotos y lo que queda de la cubierta de uralita apenas se sostiene, pudiendo caer en cualquier momento. Dentro de la nave y en su entorno hay escombros de todo tipo, desde pilas enormes de neumáticos viejos hasta restos de loza que se fabricaba allí. También ladrillos, planchas de polietileno, moldes para los platos, sacos de feldespato sódico, muebles y sillones inservibles, piezas plásticas de automoción, embellecedores de enchufes y basura generalizada.
El lugar es un foco de insalubridad al estar invadido de charcos, lodo y maleza por todas partes. Los vecinos denuncian que hay ratas y culebras que frecuentemente invaden fincas de casas próximas. Además alertan de que en ocasiones entran niños a jugar, con el consiguiente riesgo para su seguridad. El departamento de Sanidad del Concello ya ordenó hace años a las promotoras tomar medidas y, tras incumplirse, según señala el informe de la Gerencia de Urbanismo, se les impusieron reiteradas multas coercitivas.
Resulta evidente que la antigua nave se ha convertido en un gran vertedero al que se accede libremente, pudiendo llegarse en coche hasta al pie de la edificación. Desde la carretera de Camposancos no hay ningún tipo de restricción de paso. De hecho la explanada de la entrada es utilizada como aparcamiento precario.
El terreno tiene 34.000 metros cuadrados y la nave más de 8.000. Su estado es ruinoso, al igual que el de otras más pequeñas de la finca. La fábrica cerró sus puertas hace dos décadas y desde entonces ha permanecido abandonada. No existe ningún tipo de mantenimiento.
Un técnico de Urbanismo inspección la finca el 16 de enero y en función de su informe se ha exigido a las empresas la adopción de medidas urgentes de seguridad. En caso de incumplir se exponen a multas de 300 a 6.000 euros hasta lograr la ejecución de las obras.
Informará al fiscal si incumplen por posible delito ambiental
- El informe del técnico que visitó en enero la finca alerta del "importante deterioro de la edificación y la parcela" y recomienda las medidas urgentes al existir peligro de desprendimientos o derrumbes. Además de las multas de 300 a 6.000 euros en caso de incumplimiento, la resolución del Concello advierte de que en ese caso exigirá ante los tribunales responsabilidades a los propietarios por un delito de desobediencia. Igualmente pondrá la situación en conocimiento del Ministerio Fiscal por un posible delito contra el medio ambiente, según la resolución remitida a las empresas.
El Plan Xeral de 2008 preveía una urbanización de 325 viviendas
- Los terrenos de Moahsa vuelven a tener una calificación industrial y de espacios libres al regresar Vigo al Plan Xeral de 1993. El de 2008, anulado en noviembre por el Tribunal Supremo, diseñaba allí una urbanización con 325 viviendas. Las promotoras, también propietarias de la fábrica de GEA en Cabral -donde se proyectaban 1.400-, pidieron la anulación en los tribunales tras incrementarse la vivienda protegida en los dos ámbitos antes de la aprobación definitiva del PXOM. Inicialmente fijada en el 20%, en Coruxo se elevó al 50% y en Cabral al 61%. Perdieron la demanda pero el ordenamiento ha caído al desaparecer el Plan de 2008.
