"La undimotriz es una oportunidad muy grande y Galicia tiene una gran capacidad energética en olas y marea que debe explotar. La tecnología se encuentra en la misma etapa que los aerogeneradores hace 25 años y tanto la Xunta como la UE tienen interés y la apoyan", destaca el coordinador del proyecto, José Antonio Vilán. De hecho, destacadas empresas del sector energético ya han mostrado interés por hacerse con los dispositivos vigueses si demuestran su fiabilidad.

Los prototipos, que todavía deben ser diseñados, diferirán en su tecnología -uno tendrá un sistema mecánico y el otro hidráulico- para comparar rendimientos y ventajas, pero exteriormente adoptarán la misma forma cilíndrica. "Tendrán 2 metros y medio de diámetro y unos 6 de altura, de los que aproximadamente dos tercios estarán sumergidos, por lo que no serán muy llamativos. Son dispositivos PTO (Power Take Off) y funcionan como boyas. La ola hace que el flotador suba o baje y es en ese momento cuando se aprovecha la energía generada", explica.

El Grupo Josmar fdesarrollará algunos componentes y el resto se subcontratará a astilleros y fábricas de calderería: "Serán fabricados casi al 100% por empresas de la zona. En Vigo hay capacidad suficiente para desarrollarlos".

Los generadores deben estar fondeados, por lo que no es recomendable que se encuentren en zonas de más de 50 metros de profundidad. Y en la instalación se utilizarán robots submarinos de ACSM. "La ubicación en Punta Langosteira está casi cerrada con el Inega y no deberían ubicarse más allá de los 25-40 metros de la costa", apunta.

Uno de los principales objetivos será medir el impacto en los recursos pesqueros o la circulación marítima. En este sentido, el rector destacó que la undimotriz es la energía "que mejor acompaña el movimiento del mar", por lo que genera menos desconfianza.