Las guarderías municipales de Mestres Goldar (Castrelos) y Navia, ya completamente equipadas desde hace meses y con alumnos preseleccionados antes de que empezase el curso, abrirán al fin sus puertas en las próximas semanas al haber recibido el Concello la autorización de la Xunta. El delegado autonómico en Vigo, Ignacio López-Chaves, anunció ayer que el Ayuntamiento subsanó las "graves deficiencias que tenían las escuelas", con lo que los técnicos han dado el visto bueno al Permiso de Inicio de Actividad. Desde Praza do Rei se emitió por la tarde una nota en la que el gobierno local tacha de "sinvergüencería política" la actuación de la Xunta y sostiene que la apertura se ha retrasado "por sus atrancos continuos desde hace un año".

Las dos guarderías suman 162 plazas y se unirán a las seis municipales en funcionamiento (Saiáns, Casco Vello, Teis, Lavadores, Tomás Alonso y Casiano Martínez), con lo que la red pasará a contar con oferta para 620 niños de cero a tres años. El año pasado se hizo una preselección, pero la demora en la apertura impidió ejecutarla. La lista, con todo, se mantiene, y según fuentes del gobierno local aquellos padres que figuren en ella y lo deseen pueden trasladar a las dos guarderías a sus hijos en cuanto abran sus puertas. La adjudicación de la gestión está en su trámite final, y la puesta en funcionamiento se producirá dentro de unas semanas.

Paralelamente, el pasado lunes empezó el periodo de matrícula para el próximo curso en todas las guarderías de la red, incluidas la de Mestres Goldar y la de Navia.

El alcalde reclamó desde hace meses reiteradamente la autorización de la Xunta, señalando que las obras estaban terminadas y las escuelas equipadas, y acusó al Gobierno gallego de "boicot".

La Consellería de Benestar contestó que no se cumplían las condiciones, tanto de entrega de documentación como de cumplimiento de requisitos técnicos de las guarderías. López-Chaves criticó ayer que el alcalde "anunció hace un año la apertura de las dos escuelas sin cumplir con la normativa exigida por la Xunta, que es la encargada de vigilar que se cumpla la ley y los requisitos de seguridad establecidos". Según el delegado autonómico, las guarderías "presentaban graves deficiencias" y en Mestres Goldar fueron necesarias "obras de adaptación que el Concello tuvo que contratar el 23 de diciembre de 2015".

Un año de espera

El gobierno local exigió ayer a la Xunta "que se disculpe por su desidia ante todas las familias que llevan esperando un año la apertura de las dos escuelas". Según los responsables municipales, la consellería ha obstaculizado la puesta en marcha de las escuelas. "El último de los requerimientos hacía referencia a la falta de rotulación en los centros educativos; un cartel impedía su apertura", ejemplifican.

El Concello sostiene que ha sido la presión municipal la que ha obligado a conceder la autorización. "Se lo hemos reclamado en innumerables ocasiones, por escrito, teléfono, ruedas de prensa... Eso sí, para decir que está autorizada su apertura envían un correo electrónico", se queja el gobierno local.

Además, recuerda que el Ayuntamiento asume el coste íntegro tanto de la obra y equipamiento, como del mantenimiento. "Incrementamos las plazas de las escuelas, dando respuesta a la demanda ciudadana pese a que las competencias son de la Xunta. Pasamos de 302 plazas en 2007 a 620 ahora, destinando 1,7 millones de inversión este año", apostilla el Concello.