Aunque es cierto que los delitos leves los cometen tanto adultos como menores de edad, los actos de vandalismo se asocian mayoritariamente a los segundos. La gestión de la Justicia Juvenil recae en cada comunidad autónoma. Según los últimos datos sobre este tipo de delincuencia, que corresponden a 2014, Euskadi es la región con el índice de reincidencia más bajo, o al revés, el 80% de los menores de edad que delinquen en la comunidad no vuelven a hacerlo.

De las 750 medidas llevadas a cabo en casos de delincuencia juvenil, más de 300 fueron trabajos en beneficios de la comunidad (TBC) o tareas socieducativas, una opción que el director de Justicia del Gobierno vasco, Manuel Valín, defiende como la más "efectiva" en estos casos. "Consideramos, porque así nos lo tramiten los educadores, que son estas medidas -los TBC- más efectivas porque obligan al menor a implicarse de manera personal y se responsabiliza de los hechos que ha cometido", explica Valín. Las multas no suelen ser disuasorias para los menores de edad ya que su pago recae sobre los padres. "Lo que más le gusta a los jóvenes es hacer lo que quieren, cuando pagan una multa pueden seguir haciéndolo por lo que no asumen la responsabilidad, lo otro restringe su movimientos". Aunque a Valín no le gusta la palabra "castigo" , recuerda que los menores deben percibir que están siendo reprendidos por sus actos.

Sin embargo, los expertos del servicio gallego indican que "hay otras medidas que se adaptan mejor a la reeducación del menor y permite ir solventando los problemas que van surgiendo en ese proceso, como es el caso de la libertad vigilada". Una opción que se escogió de manera mayoritaria, el 32% de las veces.

Vallín señala la importancia de contar tanto con buenos profesionales que garanticen la inserción del menor como de la "individualización" del plan de formación. "Eso exige centros bien equipados tanto en infraestructuras físicas como en personal, educadores, profesores de taller".

Para que el juez opte por los TBC tienen que existir los medios que garanticen su cumplimiento: "Los menores tienen que percibir que es una pena, para que sean efectivos y se produzca su rehabilitación, si un día falta se comunica al juzgado que no ha cumplido y le cambian la medida y puede cambiarla a otra más restrictiva".