Las tumbas halladas en pleno corazón del Casco Vello aportan nuevos datos para ahondar en la historia de la ciudad y comprender mejor su pasado romano. El arqueólogo Juan Castro -de la firma Anta de Moura- explica que la "costumbre" entre aquellas poblaciones era enterrar a sus muertos fuera de los núcleos habitados y cerca de las vías de comunicación. También anota que hay abundante información del Vigo romano a partir de los siglos III y IV, pero menos de los dos siglos anteriores.

Castro recuerda que estos no son los primeros vestigios romanos encontrados en el barrio histórico. En 2004 se hallaron frente a la Colegiata y en 2012 en la calle San Sebastián. Estos serían los primeros en los que se han obtenido restos óseos en el Casco Vello. Los hallazgos se suman a los restos de gran valor documentados en el entorno de Rosalía de Castro.