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Radiografía del barrio histórico vigués

El Casco Vello "resucitó" tras recibir 90 millones en 10 años pero quedan 150 edificios deteriorados

Particulares y empresas destinaron 20 millones con planes de ayudas y más de diez sin ellas -El Consorcio invirtió ya 30 -Desembarcaron seis instituciones -La situación de casi la mitad de las viviendas todavía es "mala" o "regular"

Edificio rehabilitado en Elduayen tal como lo diseñó Jenaro de la Fuente a finales del siglo XIX. // M. G. Brea

La calle Ferrería de hoy no se parece en nada al corazón del antiguo barrio chino abandonado de hace diez años. Tampoco las del entorno, como Abeleira Menéndez, Cruz Verde o San Sebastián, donde se han rehabilitado numerosos edificios. La parte alta del Casco Vello ha experimentado una visible transformación y está irreconocible para quien no haya pasado por allí en la última década. La baja, desde Porta do Sol y Elduayen hacia el Náutico, A Laxe y Teófilo Llorente, está muy cambiada y revitalizada. Entre la imagen de deterioro generalizada que tenía la zona histórica en 2005, y la actual, con más de medio millar de viviendas y decenas de calles renovadas, media una inversión superior a los 90 millones de euros desembolsados por particulares, empresas promotoras, administraciones públicas y otras instituciones. Sin embargo, queda mucho por hacer. De los cerca de 620 edificios residenciales que hay en el barrio, el estado de 150 es "malo", "muy malo" o "ruinoso", según los datos del Concello. Junto a los calificados como "regulares" rozan los 300. Será necesaria una década más para lograr la recuperación plena.

El Consorcio del Casco Vello -formado al 90% por la Xunta y en un 10% por el Concello- acaba de cumplir sus primeros diez años de vida y ha rehabilitado en este tiempo más de 40 edificios con casi un centenar de viviendas y 26 locales comerciales. Sus planes de futuro inmediatos incluyen otra treintena de pisos. En este tiempo su inversión en el barrio ha ascendido a 30 millones entre compra de edificios y obras de reforma. Su huella es especialmente palpable en la parte alta, a la que dio prioridad por su abandono.

Otra pata de la recuperación han sido los planes de ayudas públicas a los propietarios suscritos entre Concello, Xunta y Gobierno central. El Casco Vello fue declarado Área de Rehabilitación Integral (ARI) en 1997, y tres años después arrancaron los convenios, catorce hasta la fecha. Desde 2005, según la oficina municipal que se encarga de los trámites, se han invertido 19,78 millones en reformar viviendas y elementos comunes de edificios con estos programas, de los que casi 13,4 fueron sufragados por los promotores y 6,4 corresponden a subvenciones públicas. Han sido 921 intervenciones, a las que se sumarán otras cincuenta en el plan de 2016, que alcanza los 1,3 millones. Además la Concejalía de Patrimonio Histórico ofreció otra línea de ayudas para renovación de fachadas, lo que elevó la inversión en otro millón incluyendo la aportación privada.

Pero los promotores no solo han actuado en el Casco Vello acogiéndose a subvenciones, puesto que quienes destinan las viviendas a venta no podían optar a estos fondos públicos en los sucesivos planes, dirigidos a recuperar residencias propias u ofertadas en régimen de alquiler. En Carral, A Laxe y Elduayen, entre otras calles, hay inmuebles restaurados sin apoyo público y la inversión total sobrepasa los diez millones, según fuentes municipales.

En paralelo a la rehabilitación de viviendas y locales para uso comercial se ha producido un desembarco institucional en el barrio histórico con una inversión superior a quince millones entre la compra de los inmuebles y su rehabilitación.

En la parte alta el Concello destinó 4,5 millones a la Pinacoteca Municipal Fernández del Riego sumada la adquisición de los inmuebles y su reforma, mientras que la Xunta dedicó al Servicio de Notificaciones y Embargos otros 1,5. En la zona baja el edificio Cambón fue restaurado con una inversión de cuatro millones para situar allí la sede del Parque Nacional Illas Atlánticas mientras que los registradores de la Propiedad compraron tres edificios entre las rúas Real y Alta -entre ellos la antigua sede de la provincia de Vigo- por 3,3 millones, y destinaron otros tres a rehabilitarlos. A estas sedes se une el aula de la UNED y el Centro Galego de Fotografía, este último aún sin actividad regular y en el que la inversión ascendió a dos millones. La Universidad proyecta además en la Praza do Berbés un centro de usos académicos, investigación y sociales. Habilitarlo costará dos millones, de los que la institución aportará 500.000 euros y la Xunta 1,5 millones.

Porta do Sol

El esfuerzo económico para recuperar el barrio se ha ampliado a las calles, muchas de las cuales presentaban hace diez años un penoso estado. En este caso ha sido el Concello el que se ha empleado a fondo. La reforma más ambiciosa ha sido la de la Porta do Sol, que superó los cuatro millones de euros y se inauguraba en diciembre de 2009. La renovación del ámbito se extendió hasta el Paseo de Alfonso, y más recientemente se acondicionó la Praza da Princesa y la fachada comercial de Elduayen. En la parte alta acompañando la rehabilitación de edificios se renovaron vías públicas (como Abeleira Menéndez) y en la baja se humanizaron entre otras Teófilo Llorente y Carral. Además, en la subida por el callejón se la II República el Concello habilitó las primeras escaleras mecánicas en espacios públicos de Vigo, con otros 1,2 millones invertidos.

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