Las huellas dactilares que dejó en varios de los recibos de la luz que pedía a sus víctimas, delataron al falso inspector de Fenosa al que se atribuye una oleada de robos de dinero y joyas en el entorno de Porta do Sol y Casco Vello. El joven, de 22 años y de origen sudamericano aunque nacionalizado español, elegía personas mayores para sus engaños.

Llamaba a la puerta de la vivienda, se hacía pasar por inspector de la compañía eléctrica y explicaba que debía revisar los contadores y la instalación en la vivienda. Un servicio gratuito por el que no cobraba. Tras revisar la vivienda, pedía a la inquilina que permaneciera en una de las habitaciones manteniendo pulsado el interruptor de la luz mientras realizaba comprobaciones. Entonces se dirigía hacia donde había visto dinero o joyas y se hacía con ellas. Entonces explicaba a la anciana que todo estaba correcta y se marchaba. La víctima no se daba cuenta del robo hasta que echaba en falta alguno de los objetos sustraídos.

Al menos cinco mujeres han denunciado robos por este sistema y no se descarta que puedan aparecer más víctimas. "Era un joven majo, atento y educado", explicaba una de las afectadas. En uno de los domicilios se apropió de más de 800 euros.

El joven fue localizado y detenido en la calle Álvaro Cunqueiro. Se comprobó que tiene antecedentes policiales por supuestos delitos de malos tratos y de robo con fuerza. Pasó a disposición del Juzgado de Instrucción 5 por un delito menor de hurto. El pasado mes de diciembre otro hombre fue detenido tras varios hechos similares en Vigo aunque se hacía pasar por revisor del gas.