Aparcar el coche dos horas en la zona azul cuesta más en Vigo que en cualquiera de las principales ciudades de Galicia. Los no residentes pagan 1,45 euros frente al 1,05 de la urbe más económica, Santiago de Compostela. Su tarifa anual para residentes es también la más elevada, 98 euros, pero ofrece ventajas como que se trata de un pago único y que el estacionamiento es por tiempo ilimitado.
La Organización de Consumidores (OCU) ha emitido un informe sobre las tasas de aparcamiento en las llamadas zonas azules o SER de 52 ciudades de España, aunque no incluye Santiago, que tiene uno de los servicios que más ajusta las tarifas, lo que la convierte en la más barata. El informe recoge que la media hora cuesta en Vigo 0,30 euros -0,05 céntimos más que en Santiago-. Está por debajo de Ourense, donde vale 0,40 euros. El caso coruñés es particular, ya que cuenta con una oscilación de entre 0,30 y 0,40 euros según la zona de la ciudad en la que se deje el vehículo. Ni Pontevedra ni Lugo cuentan con aparcamiento regulado.
En el ranking nacional Vigo no sale mal parada en este tramo horario. Se sitúa hacia el final de la cola, muy lejos de ciudades como San Sebastián, donde los 30 minutos puede alcanzar los 2,35 euros en algunas zonas.
En cuanto a la tarifa de aparcamiento para residentes, Ourense ofrece el caso más sangrante de la Comunidad: los usuarios deben adquirir una tarjeta por 11,20 euros anules que les permite estacionar sin límite de tiempo, pero deben pagar cada hora que el vehículo permanezca en la vía. "En el caso de dejar el coche durante días enteros, el coste se dispararía a cientos de euros", recogen en el informe. Y dan una cifra: 446 euros por todo un año en la calle.
Si se sitúa Ourense a la cabeza, los residentes vigueses pagarían la segunda tarifa más alta, 98 euros al año, que les permite dejar el coche "en el sector correspondiente a la calle de su domicilio", según recoge la ordenanza municipal. La ventaja es que no existe un límite de tiempo ni pagos extra
En A Coruña cuesta 18,65 euros anuales y Santiago es la única ciudad, junto a Castellón en el ámbito español, que "por razón de domicilio" permite a sus residentes aparcar en su barrio sin ningún tipo de coste.
