Cuando el Banco de Alimentos estaba a punto de concluir las dos jornadas de recogida de comida un "solidario llamado Javier", como lo describen en la fundación, entregó cuatro carros repletos de productos. "Otra persona nos dejó dinero porque ya habíamos terminado", cuenta Pedro Pereira, presidente del Banco de Alimentos de Vigo. En la primera Operación Kilo del año, llevada a cabo el pasado fin de semana, han conseguido reunir 6.000 kilos de productos, una cantidad que supera las cifras habituales.

"La solidaridad de los vigueses está al nivel máximo", afirma agradecido Pereira. "Ha superado nuestras expectativas". La llamada del Banco de Alimentos a la donación ha sido más efectiva que en otras ocasiones -en la última Operación Kilo del año pasado reunieron 5.000 kilos de alimento-. "Alguna vez sí que habíamos alcanzado esta cifra, pero pocas veces", confiesa el presidente. Cree que la buena respuesta se debe a que "la gente nota lo que a primera vista no se ve, pero en los barrios, en el día a día sí: la pobreza está tanto en las zonas más marginales como en el centro de la ciudad".

El Banco de Alimentos se vio obligado a adelantar ligeramente la primera recogida del año debido al desabastecimiento que sufrieron en 2015. A mediados de marzo comprobaron como la cantidad de comida que salía era muy superior a lo habitual: de 50.000 kilos a 150.000. Esa necesidad no ha menguado y a pesar de la buena campaña navideña, con cerca de 300.000 kilos almacenados, la fundación no quiere quedarse sin recursos.

La buena respuesta de los vigueses, que se acercaron al Alcampo de Coia ha hacer sus donativos, ha emocionado a los miembros de la ONG, quienes han querido agradecer encarecidamente la colaboración. En 2015, la organización desarrolló siete Operaciones kilo entre marzo y octubre en las que consiguió 84.300 kilos de comida.

¿Quién se beneficia?

El Banco de Alimentos no reparte nunca directamente a las familias, sino que se encarga de distribuir los alimentos a los diferentes colectivos sociales que lo solicitan. Estos se responsabilizan después de entregarlo, bien a través de comedores sociales, bien en bolsas en mano. En total son 150 colectivos que ayudan a unas 25.000 familias de toda la provincia.

Pereira ya ha alertado en numerosas ocasiones de que la cantidad de personas que se acerca al umbral de pobreza o que ya vive en él es cada vez mayor. Le preocupa especialmente el caso de los menores, cuya situación ha calificado de "muy preocupante".