Centenares de personas protagonizaron ayer una sentada en el hall del Meixoeiro para exigir que no se derribe la UCI y se vuelva a poner en marcha, para atender las posibles complicaciones de los pacientes allí ingresados y no tener que enviarlos al Álvaro Cunqueiro cuando esto sucede. Los planes del Sergas pasan por reconvertir el espacio de esta UCI y de la antigua Rea cardíaca para adaptar la zona de quirófanos a las cirugías sin ingreso. Esta previsto que se cree una sala de espera para pacientes y familiares, una zona de vestuarios y una sala de despertar y de adaptación al medio. La obra aún no salió a licitación.