La realización de ruedas de reconocimiento en los juzgados de Vigo ha pasado de representar un problema por la dificultad de encontrar voluntarios para participar como falsos sospechosos a convertirse en una prueba para la que sobran candidatos. La puesta en marcha del servicio mediante el cual condenados a trabajos en beneficio de la comunidad pueden cumplir su pena colaborando como figurantes se ha traducido en un importante impulso a estas diligencias, muchas veces claves para identificar al autor de un delito. Desde que comenzó en diciembre de 2014 casi 180 sentenciados ya han formado parte de este programa de voluntarios, lo que posibilitó que las salas de Instrucción viguesas hayan hecho desde entonces más de una treintena de ruedas de reconocimiento. El plan también está abierto a los partidos judiciales de Redondela, Ponteareas, Porriño y Tui: los jueces de los dos tribunales redondelanos se trasladaron a los juzgados vigueses para practicar esta prueba y ya está planificada otra solicitada por una sala porriñesa.

La rueda de reconocimiento está regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en ocasiones resulta de gran trascendencia para esclarecer delitos como robos violentos o lesiones. Se echa mano con frecuencia de ella en casos de atracos a bancos o a establecimientos comerciales. Una de las exigencias legales es que el sospechoso debe comparecer "en unión con otras personas de circunstancias exteriores semejantes". Misma o similar edad y complexión física, altura o color de pelo parecidos. Así, el investigado debe ponerse en fila junto a generalmente cuatro figurantes para que la víctima y/o los testigos del hecho en el que se indaga, a través de un cristal especial por el que ven pero no pueden ser vistas, traten de reconocer al presunto autor. En los juzgados de Vigo esta sala está en el sótano del edificio viejo.

Puesta en marcha

Hasta la puesta en marcha del actual programa conseguir figurantes no era tarea fácil. La falta de voluntarios provocaba que funcionarios judiciales, familiares de éstos y hasta policías llegasen a comparecer junto a sospechosos. Pero el protocolo que permite a los condenados a trabajos sociales cumplir su pena siendo aspirantes a figurantes puso fin al problema: casi 180 penados han participado en este plan desde que se implantó.

A día de hoy hay más de una treintena de condenados que van de lunes a viernes a firmar a la oficina judicial (otros doce acuden los fines de semana) y que deben estar disponibles toda la mañana en sus teléfonos por si se les tiene que llamar para integrar una rueda de reconocimiento. La mayoría de las veces, sin embargo, esta diligencia "ya está planificada" con antelación, explica Mercedes Vázquez, la coordinadora de este programa de voluntarios.

En 2015 se hicieron 27 ruedas de reconocimiento. En lo que va de este año hubo otras cinco y hay más en previsión. El Juzgado de Instrucción 6, seguido por el 2 y el 7, son los que más diligencias de este tipo realizaron. Pero no solo los tribunales vigueses han echado mano de estos voluntarios. Dos de las ruedas de reconocimiento de 2015 fueron a petición de los dos juzgados instructores redondelanos. Para ello, los jueces y los letrados de la Administración de Justicia de estas salas se trasladaron a la ciudad olívica, junto a las partes personadas en el caso y las personas que iban a hacer las identificaciones, para hacerlas en las dependencias judiciales viguesas. Y ya hay otra solicitud de un juzgado de Porriño.

La mayoría de condenados que participan en el programa de voluntarios son varones, circunstancia que coincide con el hecho de que también son mayoría las ruedas en las que el sospechoso es un hombre. De hecho, desde que se puso en marcha este protocolo no hubo ninguna diligencia para la que se requiriera a mujeres para participar como figurantes.