Los vigueses pudieron evitar el año pasado el desembolso de casi 900.000 euros en multas gracias al sistema de anulación con el pago de un recargo puesto en marcha hace cinco años en los estacionamientos regulados por la XER (antigua zona azul). Ésta es la cantidad que tendrían que haber abonado los más de 25.000 infractores que fueron denunciados por los controladores y que pudieron frenar el proceso sancionador previo pago de entre 2,5 y 7,2 euros en las máquinas expendedoras, lo que evitó que les llegaran sanciones económicas por estacionar durante más tiempo del contratado, hacerlo durante más de dos horas (30 euros) o por no haber ni siquiera adquirido el tique (45 euros).
Según fuentes oficiales del gobierno local, los controladores de la zona azul tramitaron el año pasado casi 64.000 denuncias. De ellas, en torno al 40% fueron anuladas. La mayoría de las infracciones son de usuarios que, pese a retirar un vale en la máquina expendedora dejan su coche más tiempo del que contrataron. Fueron más de 35.000 casos. Le siguen los que prefirieron arriesgarse y no sacaron el tique, con casi 24.000 denuncias.
En tercer lugar, con solo 4.600 infracciones, se sitúan los conductores que dejan su vehículo en una misma plaza durante las más de dos horas que se permite como máximo. Esta última cifra se reduce año a año lo que, a tenor del informe de la XER, evidencia que la rotación de vehículos -argumento principal que esgrimen los gobiernos municipales para implantar este sistema de cobro por aparcamiento- funciona cada vez mejor. "Se está logrando un mayor rotación de vehículos", admiten desde la concesionaria.
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Y si el número de multas anuladas hubiera supuesto casi 900.000 euros de ingresos para las arcas municipales, mayor fue la cantidad que sí acabó entrando por las que no se cancelaron. Las más de 30.000 denuncias que sí acabaron en sanción al no haberlas anulado el infractor reportaron en torno a 1,4 millones de euros. En contraposición, la concesionaria de la XER recaudó más de 100.000 euros solo en concepto de los recargo por la anulación de multas. Precisamente este sistema, además de para permitir a los usuarios poder cancelar la multa, se implementó también para compensar a la concesionaria por los cientos de plazas perdidas por las humanizaciones de las más de 2.000 que se reflejan en el contrato.
La zona azul está operativa en Vigo de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. El sistema podría cambiar de forma significativa en cuestión de meses, y es que el Concello ultima un nuevo pliego y concurso después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulara la adjudicación que se hizo a la empresa Dornier durante el mandato del PP, en 2007. Una de las ideas en las que trabajaba el gobierno municipal era la de eliminar las dos horas de estacionamiento máximo fijado aplicándolo solo a un 30% de las plazas y no a la totalidad, como ahora. Esta sistema mixto permitiría dar respuesta a las quejas de comerciantes de las zonas XER, que se ven obligados a salir de su puesto de trabajo para mover su vehículo y evitar ser denunciados cuando sobrepasan los 120 minutos de aparcamiento.
