Luis Espada ofreció ayer una conferencia en el Edificio Cambón en la que reflexionó sobre la filosofía de vida de los poetas que compusieron para Gardel. "Ellos fueron los sastres que hicieron trajes a medida para el cantante. Tenían que conocer muy bien sus características y su estado anímico, debía haber compenetración para que la canción funcionase", explicó tras ser presentado por el presidente de Amigos de los Pazos, Juan Manuel López-Chaves.

El exrector citó versos de Pascual Contursi, "exponente del tango sentimental y el amor perdido", de su hijo José María, Enrique Santos Discépolo, Celedonio Flores o Alfredo Lepera, que falleció en el mismo accidente que Gardel en 1935.

Espada, aficionado a la poesía y al tango desde niño, participa en el homenaje anual al cantante que se celebra en Vigo. Ayer recordó que Gardel estuvo en la ciudad en 1923 y que su voz es Patrimonio de la Humanidad desde 2013. También citó al recientemente desaparecido Umberto Eco, quien analizó la identificación entre Gardel y el pueblo argentino, y a la también fallecida Harper Lee para hacer un símil entre los tangos y una de las lecciones de su novela Matar a un ruiseñor: "Para entender a una persona o plasmar sus sentimientos en una canción tienes que meterte en su piel".