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Dos vigueses afrontan prisión por raptar un perro y exigir 1.500 euros

El rocambolesco plan incluyó llamadas telefónicas con amenazas y el establecimiento de un punto para entregar el can a cambio del dinero

Secuestró un perro, telefoneó a sus dueños profiriendo amenazas de muerte con la exigencia de que le entregasen 1.500 euros para liberarlo y les proporcionó las instrucciones para realizar el intercambio del can a cambio del dinero. El encuentro se produjo, pero la intervención de la Guardia Civil desbarató las intenciones tanto del vigués que se hizo con Boss -de raza American Staffordshire Terrier- y realizó las sucesivas llamadas telefónicas, Y.P.V., como las de un compañero, J.A.P.M., que, de común acuerdo con el anterior, fue el que se encontró con la joven propietaria del perro para devolvérselo por la cantidad pactada. Dos agentes de paisano, que ya estaban alertados, intervinieron y frustraron el plan. Estos hechos ocurrieron hace más de dos años, pero ayer llegaron a una sala de vistas. La incomparecencia de un acusado, que alegó estar enfermó, motivo la suspensión del juicio: las defensas negocian ahora una rebaja de la pena con la fiscal para sellar una conformidad, aunque si el acuerdo fracasa la vista se retomará en marzo.

El Ministerio Fiscal acusa a los dos hombres protagonistas de este rocambolesco rapto de un delito de extorsión en grado de tentativa y en su escrito de calificación provisional solicita para cada uno una pena de 10 meses de prisión, condena que se reduciría de alcanzarse un acuerdo de conformidad.

Los hechos se remontan al 13 de diciembre de 2013. Y.P.V., cuenta la Fiscalía, para "conseguir un beneficio económico ilícito", se hizo con el perro de una vecina de Canido. Tras tener al can consigo, el acusado realizó varias llamadas telefónicas al compañero sentimental de la dueña del perro -este último acabó reconociendo su voz ya que lo conocía-. En ellas exigía un rescate de 1.500 euros para devolverle el animal. Si no le entregaban tal cantidad amenazaba con matar a Boss y también advirtió de que si alertaban a la Policía del secuestro "los mataría también a ellos".

Las llamadas telefónicas prosiguieron a lo largo de ese día y finalmente este acusado proporcionó a los perjudicados las instrucciones para realizar el intercambio del perro por el dinero. El primer lugar que fijó fue el alto de Puxeiros, pero después estableció las inmediaciones de un centro comercial de la Travesía de Vigo.

Es en este punto del inaudito plan cuando entró en escena el segundo acusado. J.A.P.M., que acudió a última hora de la tarde de ese 13 de diciembre al lugar pactado para encontrarse con la dueña del perro, produciéndose la entrega a cambio del dinero. Lo que no se esperaban los secuestradores era que la Guardia Civil ya estaba avisada y seguía sus pasos desde hacía horas: dos agentes que estaban vigilando intervinieron en el momento del intercambio y truncaron el plan de los acusados. Detuvieron a J.A.P.M. y después dieron con el otro responsable. Ahora ambos se enfrentan a cárcel.

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