Cuando se cumple una semana de la explosión de gas de la calle San Salvador que mató a uno de sus vecinos y produjo el desalojo de 66, el Concello ha emitido un informe en el que ofrece un plazo máximo de 12 días para que el edificio cumpla con unas "medidas de seguridad urgentes". A partir de entonces, los vecinos de las plantas menos afectadas podrán volver a sus casas siempre que acrediten su habitabilidad. "Su regreso dependerá de la celeridad con que las empresas hagan las obras y se presenten los documentos requeridos", aclaran desde el Consistorio.

Para que la vuelta pueda producirse, la comunidad de vecinos debe adoptar unas medidas que garanticen "las condiciones mínimas de habitabilidad del inmueble": desescombrado y retirada de objetos que puedan caerse, colocación de carpinterías exteriores de las puertas de acceso a las viviendas, protección del hueco de las escaleras mediante la instalación de barandillas y colocar bandejas de protección exteriores que eviten la caída de elementos del edificio a la vía pública. En el caso de las viviendas, tienen que contar con cocinas operativas. Además, debe garantizarse el correcto funcionamiento de las instalaciones de gas, agua y electricidad.

Durante estos 12 días los vecinos podrán ir a sus casas a retirar enseres personales, pero siempre acompañados de los técnicos. Las plantas 6 y 7, las más afectadas por la deflagración, no podrán hacerlo hasta que se garantice la seguridad de la zona.

El presidente del Instituto Atlántico del Seguro, Adolfo Campos, considera que el tiempo otorgado por el Concello es "bastante razonable" y recuerda que "las aseguradoras tienen un plazo mínimo de 40 días desde que se produce el accidente para entregar el importe mínimo del siniestro."

Una vez ejecutadas las medidas urgentes, que no necesitan licencia de obra del Concello, los vecinos deben acreditar que sus viviendas cumplen con la seguridad necesaria para ser habitadas. "Los realojos se tratarán de manera individual según las circunstancias de cada uno", señalan desde el Concello.

"Ese edificio aguantó lo inaguantable", valora la portavoz de los vecinos, Flora Sacau, quien acogió los plazos del Concello con "mucha alegría", ya que confiesa que los ánimos de los vecinos comenzaban a decaer después de una semana alojados en el Hotel México. "Yo ya estaba buscando un piso para unos meses porque pensaba que esto iría para largo, pero si va a ser tan rápido igual lo pospongo", explica.

Los 46 vecinos que siguen en el hotel, ya que algunos decidieron alojarse en casa de familiares o amigos, reconocen que la incertidumbre ante la vuelta a sus casas comenzaba a mermar su fortaleza. Sacau indica que "ahora sí que empiezan a necesitarse los psicólogos que estuvieron aquí el primer día, porque esto es muy duro".

Las viviendas más afectadas, como las de la planta 6 en la que se produjo la explosión, necesitarán realizar trabajos en su interior. El informe recoge que en la vivienda A "prácticamente toda la tabiquería se derrumbó, incluso las fachadas hacia los patios y la calle, afectando también a la escalera y el ascensor y el tabique de separación de la vivienda B".

Los residentes que necesiten hacer reformas en los pisos tienen dos meses, tras la finalización de las medidas urgentes, para presentar la comunicación de obra y hasta tres meses para llevarlas a cabo. Antes de agosto todos los vecinos de San Salvador deberían haber vuelto a sus casas.

Las obras a ejecutar

El informe detalla algunas de las obras que deben ser acometidas. La fachada del edificio requerirá de modificaciones importantes para devolverla a su estado. Algunas zonas tendrán que ser reconstruidas debido a la violencia de la explosión, en otras deberán fijarse los elementos exteriores y recuperar aquellos que han desaparecido como las antenas, barandillas, la canalización del agua o las jardineras.

La cubierta tendrá que ser reparada, garantizando que no se producen filtraciones de agua y en el interior tendrán que reponerse los elementos constructivos dañados, como los falsos techos o el pavimento.