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Grave siniestro en el barrio de Casablanca

La Policía sospecha que la víctima pudo causar la explosión en el edificio de San Salvador

Los agentes investigan un escrito dejado por el fallecido en un maletín -Dan casi por descartada la tesis del accidente

La explosión causó graves destrozos y tiró tabiques del edificio.

La investigación policial sobre las causas de la explosión de gas butano ocurrida este martes en un edificio de la calle San Salvador está experimentando un giro de 180 grados. Si justo tras el siniestro que se cobró la vida de Ramón González Sanz la tesis que se barajó fue la de una deflagración accidental, con el paso de los días nuevos indicios han provocado que esta posibilidad quede prácticamente descartada. Fuentes consultadas por este periódico confirmaron que no hay nada por ahora que certifique un "fallo" casual o una "avería" . Sin cerrar del todo la anterior, los nuevos indicios conducen a la Policía Nacional hacia otra línea de investigación: la de una "mala manipulación" de forma "voluntaria o involuntaria" por parte del propio fallecido. Es decir, que hubiese sido él el causante. Y en este contexto, según las citadas fuentes, los agentes investigan si la víctima habría actuado para quitarse la vida.

Como adelantó FARO e n su edición de ayer, el fallecido habría dejado un escrito dentro de un maletín aparecido en el Colegio de Titulados Mercantiles, al que pertenecía. Un documento que está siendo analizado por los investigadores.

Los nuevos indicios y los datos de la exhaustiva investigación técnica de la Policía Científica alejan este caso de la tesis del accidente. Al margen de otros hallazgos, desconcierta a los investigadores que con la enorme bolsa de gas que había en el domicilio de Ramón González donde se originó la fuga, éste no hubiese fallecido intoxicado ("muerte dulce" ) y no como realmente ocurrió, por la deflagración. Tampoco les encaja con esa hipótesis el hecho de que el fallecido estuviese de pie "en llamas" justo tras la explosión, dato certificado por un vecino que lo vio. Con tal cantidad de gas, y en caso de que fuera un accidente, no se mantendría en pie, sostienen quienes llevan las riendas de las indagaciones. Con la tesis de que habría sido el fallecido el posible causante ganando peso sobre la anterior, lo que sí se da por descartado es que en la explosión interviniesen terceras personas.

Además de un fallecido y varios heridos leves, el siniestro causó graves daños en el edificio del barrio de Casablanca que obligarán a hacer obras para que los 66 residentes -ahora en un hotel o con familiares- puedan volver a sus casas. Al inmueble, bajo custodia policial, acudieron ayer inquilinos a por más enseres y más peritos de las compañías aseguradoras. Sobre el inicio de las trabajos, los afectados aún no saben nada.

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