Tras la trágica jornada del martes, cuando una explosión de gas butano en un edificio de la calle San Salvador 6 en pleno centro de Vigo mató a un vecino y obligó a realojar a 66 residentes, ayer tocó ya de forma más sosegada empezar a valorar al detalle los daños. Sin que se sepa aún cuándo los afectados podrán volver a sus hogares, quienes han comenzado a mover ficha son las aseguradoras: el perito de la compañía de la comunidad de propietarios, así como los de otros seguros contratados individualmente por dueños de pisos, ya acudieron para ver, examinar y fotografiar in situ las consecuencias de la deflagración. ¿Cuándo arrancarán las obras? Uno de los responsables de la comunidad de propietarios del inmueble siniestrado, José Grela, que acompañó ayer al representante de la aseguradora, afirmó que están a la espera de que el Concello lo autorice: "El edificio está destrozado, hay mucho que hacer, pero lo prioritario sería desescombrar y dar servicio de electricidad, gas y agua a la vez que se revisan las instalaciones. Y poner puertas de entrada en los pisos, por seguridad". El Ayuntamiento, mientras, adelantó que es previsible que hoy mismo ya se disponga del informe técnico de los arquitectos municipales imprescindible de forma previa a los trabajos: determinará los daños existentes y cuáles son las obras precisas para que se cumplan "las condiciones de seguridad y habitabilidad" que ahora no existen.

Los peritos de los seguros vieron el edificio. El dato positivo es que no aprecian tocada la estructura. "No parece que haya daños en vigas y pilares", afirmó Elena Andrés, representante de la compañía contratada por el 6ºB, el piso más afectado junto al de Ramón González, el fallecido. "Hay tabiques desplazados, cristales por el suelo, las puertas recorrieron cinco metros...", dijo de esta casa. ¿Y el resto del inmueble en sus instalaciones generales? "Hasta la quinta planta más o menos bien, te encuentras suciedad, restos de escombro...; pero a partir de ahí ves la puerta del ascensor abollada, barandillas desplomadas...; es desolador, sobre todo la planta 6", describió. Otro perito aprecia daños graves, pero confesaba que pensaba "que estaría peor".

Los vecinos esperan que, una vez arreglados los servicios generales "básicos", los habitantes de las plantas más bajas, donde hay daños pero no tan serios, puedan ir regresando a sus casas. "Tenemos una póliza de riesgo de todo el edificio; y el 90% de los residentes tienen seguro de contenido", concreta el representante de la comunidad vecinal, que afirma que ahora hay un panorama de "un cruce de aseguradoras" que "deberán ponerse de acuerdo". Vaticina que la vuelta a sus casas no será "inmediata". "Es posible que haya pisos que se ocupen antes, pero mientras no haya ni agua, ni corriente.. nada se puede hacer", reconoce. La preocupación de los residentes también es la "seguridad" de las viviendas . "Muchas puertas reventaron, hay que reponerlas; aunque hay vigilancia policial, la gente está inquieta porque tienen cosas de valor en sus hogares", comenta José Grela.

Viviendas sin puertas, un ascensor que no funciona, tabiques y techos que se cayeron y ventanas literalmente inexistentes. Y oscuridad y escombros. Este es el panorama. Las 22 viviendas y una federación de trabajadores (Fetico) ubicada en el entresuelo tienen en mayor o menor medida desperfectos que precisan de urgente reparación. "Ojalá no tarden", suplican los perjudicados.