El aeropuerto de Peinador vivió ayer una jornada muy complicada como consecuencia del mal tiempo. La coincidencia de nieblas, nubes muy bajas, lluvia y viento cruzado provocó que al menos cinco aviones que tenían que tomar tierra en la pista olívica tuvieran que cancelar su maniobra y desviarse a Santiago, donde ayer las condiciones meteorológicas eran más favorables que en la ciudad olívica.

Esta situación supuso la cancelación de al menos cinco aviones (ida y vuelta) y afectó a cientos de viajeros, que tuvieron que ser transportados por carretera entre ambos aeropuertos.

Fueron, según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, un avión procedente de Bilbao (Air Nostrum); tres de Madrid (dos de Air Europa y uno de Iberia) y otro de Barcelona (Ryanair). La mayoría de los comandantes trataron de aterrizar y realizaron varios intentos, pero finalmente tuvieron que cambiar el rumbo hacia Lavacolla para garantizar el aterrizaje con seguridad.