"Intolerable". Así calificó ayer el alcalde, Abel Caballero, las declaraciones del regidor de Oporto, Rui Moreira, que reclamó la intervención del Gobierno central de Portugal para acabar con la ruta de la TAP que unirá Vigo y Lisboa a partir de julio. "Le pido a la Unión Europea que investigue esas declaraciones del alcalde", repitió ayer en varias ocasiones Caballero por considerar que la solicitud de su homólogo portugués ataca el mercado y libre competencia en Europa.

Olvidando los años que lleva Oporto arañando pasajeros a Peinador, con ofensivas comerciales en Vigo y gracias a millonarias subvenciones a aerolíneas en especial a low cost, el alcalde portugués parece ahora preocupado y hasta enfadado con la decisión de la TAP de apostar por el aeropuerto de Vigo. Moreira llegó a tachar el pasado lunes de "broma de mal gusto" la puesta en marcha a partir del 1 de julio de los vuelos entre Vigo y Lisboa ya que restarán pasajeros al aeropuerto de Oporto. Pero no se quedó ahí, sino que pidió al Gobierno central su intervención, como dueño del 50% de la compañía. Unas declaraciones que Caballero calificó ayer de "insulto gravísimo".

"Es de una gravedad extrema, impedir el libre mercado y las decisiones libres que tomó la compañía y además coaccionando el libre mercado con argumentos políticos del país", subrayó Caballero, quien también señaló que quiere que se dictamine "de forma inmediata" la legalidad de las declaraciones de Moreira. Pidió también a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que tercie en el asunto ante la Unión Europea para que se "defiendan" los intereses del aeropuerto español aunque sea desde su posición como Gobierno en funciones.

Caballero recordó que el lanzamiento de la ruta entre ambos aeropuertos se ha realizado por voluntad propia de la TAP y "sin ayudas" del Concello. Lamentó la posición de Moreira, al que acusó de ejercer presión política con "amenazas" para que "una compañía que tomó una decisión de volar al aeropuerto de Vigo la cancele" y destruir así el tráfico aéreo de Vigo.

El Sá Carneiro llegó a duplicar en pasajeros a la suma de los registrados por los tres aeropuertos gallegos, a costa sobre todo de la terminal de Peinador. Ahora Moreira ve peligrar el buen estado de salud del que ha gozado su terminal mientras que se asfixiaba la demanda de Peinador. Por ese motivo ha pedido al Gobierno central que se dejen de comercializar los vuelos entre Vigo y Lisboa, además del de otras rutas, y que se mantengan otros destinos desde Sá Carneiro, como los de Milán o Barcelona, que tienen previsto cancelarse. Caballero le acusó de ejercer un criterio "monopolista" y de acudir a "publicidad engañosa", como publicó FARO ayer, para atraer a viajeros de la ciudad hasta el aeropuerto portugués con supuestas conexiones por carretera en una hora. "Le exijo respeto a esta ciudad", clamó Caballero.