Álvaro y su familia vivieron un infierno esta mañana, al igual que sus vecinos del número seis de la calle San Salvador. Viven en el séptimo piso, uno por encima del lugar donde se produjo la brutal explosión de gas que acabó con la vida de una persona. Tras el estallido salieron de casa "en pijama y zapatillas". Fueron evacuados tirándose en tobogán sobre los escombros del 6ºE.

"Los tendales del patio interior ardían y la puerta de seguridad del piso voló", describe Álvaro. "La explosión fue enorme y enseguida empezaron a caer los cascotes", relata la familia que echó en falta a su perrita Boo. El animal se había escondido bajo una cama con el susto y tuvo que ser rescatado por la Policía.