La Universidad de Vigo desarrolla una herramienta pionera que permite manejar en tiempo real y de forma gráfica y sencilla una gran cantidad de datos sobre los embalses, como el pH, caudal, temperatura y turbidez de su agua o la presencia de clorofila y ficocianina. El sistema está promovido por Gas Natural Fenosa y de momento se encuentra en una fase inicial, testándose en tres embalses repartidos por la geografía gallega -Barrié de la Maza, Porto de Mouros y As Conchas-. El objetivo es expandirlo a otra veintena de presas de toda España e incluso a otros países.

El catedrático Cástor Guisande, de la Facultad de Biología, explica que la herramienta funciona a través de boyas dotadas con sensores que captan una gran cantidad de variables sobre el agua, el viento o las precipitaciones. Esa información se envía en tiempo real al sistema, que a su vez la procesa y monitoriza, generando tablas o gráficos -algunos incluso interactivos- y facilitando así su estudio.

Ese dinamismo -explica Guisande- es la primera gran ventaja de la herramienta. Las boyas captan una cantidad ingente de datos que, si se presentasen en simples tablas, harían imposible analizarlos de forma ágil y práctica. Otros sistemas de medición aplicados, por ejemplo, a la meteorología se encuentran precisamente con ese problema: ¿Cómo trabajar con bases descomunales, en las que se almacenan centenares de miles de cifras de variables distintas? Al generar gráficos y recursos interactivos, el sistema aplicado por la Universidad de Vigo soluciona esa dificultad.

"Se buscan herramientas que permitan un manejo más cómodo", explica Guisande: "Hemos sido capaces de recoger esa información y usar un concepto nuevo para trabajar de forma instantánea con los datos". El sistema hace posible además analizar períodos concretos de tiempo o fechas del pasado que estén documentadas.

Otra de las aplicaciones de la herramienta es realizar predicciones que facilitan mucho el trabajo en los embalses. "Los sistemas acuáticos son muy estables", explica Guisande, quien aclara que gracias a esa característica las previsiones gozan de gran fiabilidad y pueden realizarse incluso con semanas de antelación. En la práctica esa capacidad abre la puerta, por ejemplo, a anticipar una propagación de algas cianofíceas, lo que suele provocar problemas medioambientales. El catedrático de la Facultad de Biología de Vigo anota que la herramienta también alerta cuando se detectan cambios fuera de lo común en parámetros importantes. Lo mismo ocurre cuando el sistema deja de recibir la señal de alguna boya.

Con la gran cantidad de información que recaba de forma permanente, la herramienta elabora registros históricos sobre diferentes valores, como la temperatura, turbidez, humedad, ficocianina, pH... Ese material tiene un gran valor para analizar tendencias o detectar cambios en el tiempo y ayuda a suplir la falta de registros científicos de la que adolece, en ocasiones, España. Los resultados tienen así importantes aplicaciones también en el campo de la investigación.

"Es difícil trabajar con bases de datos grandes, pero hacerlo en tiempo real y que se pueda visualizar es muy importante", anota Guisande. Las pruebas con las boyas empezaron a mediados de diciembre y la previsión inicial es que la base arranque en marzo. La herramienta ofrecerá a Fenosa cientos de tipos de gráficos, calendarios y herramientas útiles de gestión.