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El futuro de una industria clave para Vigo y Galicia

La plantilla urge a los partidos una vía para ampliar PSA: "Nos jugamos el futuro"

"Nos jugamos el futuro, que pasa por obras para el mantenimiento del empleo", subraya la secretaría general del sindicato mayoritario, el SIT-FSI -UGT reclama "responsabilidad" a los partidos para una solución ágil y con seguridad jurídica

Vista de la planta de PSA-Citroën en el polígono industrial de Balaídos. // Marta G. Brea

El bloqueo urbanístico que amenaza los planes de futuro de la planta de PSA-Citroën de Vigo a raíz de la anulación del Plan Xeral ha puesto en alerta tanto a la dirección como a los trabajadores. El sindicato mayoritario SIT y el segundo con más delegados, UGT, mostraron ayer su preocupación y reclamaron "responsabilidad" a los grupos políticos del Parlamento gallego para pactar una solución, un día después de que el director del centro, Yann Martin, advirtiese de que puede haber "un problema grave" para optar a nuevos modelos si este semestre o el próximo sigue sin darse cobertura a las obras pendientes en el polígono industrial de Balaídos y a su ampliación.

La propuesta de la Xunta pasa por un cambio en el artículo 144 de la Lei do Solo que será aprobada la próxima semana en el Parlamento gallego, pero AGE mantiene su rechazo a la enmienda al sostener que carece de seguridad jurídica. La unanimidad de los grupos es indispensable para incorporar la modificación, que permitiría impulsar proyectos de excepcional interés público aunque sean contrarios al planeamiento urbanístico, con lo que de momento sigue sin estar abierta la vía para desbloquear la ampliación de PSA.

La secretaria general del sindicato mayoritario (SIT-FSI), Ana María Reigosa, lanzó ayer un serio aviso a los partidos políticos para que encuentren un consenso. "Nos estamos jugando el futuro", subrayó, para agregar que "las inversiones están ligadas a futuros proyectos y pasan por obras para el mantenimiento del empleo". En este sentido resaltó que el proyecto K9, la nueva generación de furgonetas de PSA y Opel que lanzará la planta de Vigo, representa "la mitad" de los planes de futuro, pero "falta la otra mitad, para la que es necesaria la ampliación del polígono" y que permitiría competir con garantías por nuevos modelos.

Consecuencias "lamentables"

Rubén Pérez, responsable de UGT, exigió a todas las fuerzas "que trabajen en una solución" y advirtió de que sería "lamentable e irresponsable" que se lastrase el futuro de la planta por el desacuerdo político. "No es razonable que exista una situación de bloqueo. Deben sentarse, dejar a un lado posiciones partidistas y buscar una salida", conminó el representante sindical.

Pérez evita señalar responsables de que no haya consenso y emplaza a todos los partidos a encontrar una solución, si bien apunta, en relación a la postura de AGE, que "los plazos tienen que ser relativamente cortos". La formación política se opone al cambio que plantea la Xunta fundamentalmente por no incluir periodo de exposición pública ni tramitación ambiental. "Tiene que haber seguridad jurídica, pero si la solución supone dos años no llegamos a tiempo", comenta el representante de UGT, que insta a todos los grupos a "resolverlo de una vez".

Las declaraciones de los sindicatos van en la misma línea que las lanzadas el lunes por el patrón de PSA en Vigo, quien advirtió de que "es responsabilidad de todos encontrar una solución". Yann Martin puso de relieve que "en Francia no se entiende" que estén bloqueadas las obras para completar el proceso de transformación de la planta emprendida en 2014 de cara a los próximos proyectos.

Solo para el K9 y la renovación de los útiles industriales está prevista una inversión en la planta de 600 millones de euros hasta 2020. En los próximos meses Vigo pugnará con otros centros de la multinacional francesa por adjudicarse un nuevo modelo, y Martin admitió que el bloqueo urbanístico puede afectar a las opciones de la factoría de Balaídos. Los plazos, además, están bien definidos. PSA necesita cobertura urbanística y jurídica para sus obras en marcha dentro del parque y para la ampliación antes de que concluya el año.

El PP deberá poner en marcha un Plan B en el Parlamento, con la reforma exprés de la nueva ley inmediatamente después de que se apruebe, si antes de que vaya a pleno no se logra un acuerdo unánime para incorporar el cambio que despejaría el horizonte para los proyectos futuros de PSA.

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